La OMS reconocerá el trastorno por videojuegos como una enfermedad mental

Videojuegos. / Pexels
Videojuego. / Pexels

La organización actualizará por primera vez en casi tres décadas su lista de Clasificación Internacional de Enfermedades para incluir este polémico problema. 

La OMS reconocerá el trastorno por videojuegos como una enfermedad mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocerá, por primera vez, el trastorno por videojuegos como una enfermedad mental. El organismo ha anunciado que incluirá el polémico problema -que ha tenido abierto un extenso debate durante años- en la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD, por sus siglas en inglés).

La OMS tiene claro que existe una posibilidad latente de que los videojuegos generen trastornos patológicos o incluso adicción en el ser humano, por lo que, tras muchos años afinando detalles, ha decidido abrir su catálogo de enfermedades, que no se había actualizado desde 1990, para añadir la controvertida afección. 

En la práctica, la nueva jugada del organismo supone abrir la puerta a que los males incluidos dentro de este registro tengan cobertura de los seguros de salud. Pero más allá de ello, figura como el primer paso determinante dentro de una cruzada que busca poner el foco sobre la eternamente discutida relación entre los juegos digitales y la salud metal. 

Niño jugando videojuego. / dontstopmadrid.com

Niño jugando videojuego. / dontstopmadrid.com

El responsable del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, Vladimir Poznyak, ha adelantado a la revista New Scientist, que desde ahora “los profesionales de la salud deben reconocer que los trastornos del juego pueden tener consecuencias graves para la salud”, al tiempo que ha subrayado que en el nuevo ICD el trastorno por videojuegos no tendrá una categoría específica, sino que más bien aparecerá englobado en un término más amplio de juegos digitales.

Asimismo, la OMS ha detallado que este trastorno se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego "continuo o recurrente" y, aunque todavía no se ha cerrado la definición, estará vinculado a tres condiciones negativas provocadas por el mal uso de los juegos digitales: no controlar la conducta de juego en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juega. El aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias. Y mantenerse la conducta o darse una escalada "a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas", puntualiza el borrador presentado por la organización, citado por el diario español El País. 

Por su puesto, el paso al frente del organismo no significa que los videojuegos deban ser criminalizados, ya que, en la otra línea, existen diversos estudios que demuestran que este tipo de entretenimiento puede traer grandes beneficios a la actividad cerebral. Los representantes de la OMS lo explican con un sencillo ejemplo: la mayoría de las personas que juegan videojuegos no sufre ningún trastorno, del mismo modo que la mayoría de las personas que beben alcohol tampoco. 

Sin embargo, aclara Poznyak, hay circunstancias en que el uso excesivo puede generar efectos adversos. "Hay que distinguir lo que son adicciones y lo que es uso problemático, por ejemplo, si te causas daño a ti o a terceros con esa conducta", añadió la especialista y catedrática de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto, Helena Matute. @mundiario 

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