OMS: “Seis candidatas a vacunas están en fase muy avanzada y hay esperanzas”

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El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus / Pixabay.
La autoridad sanitaria global asegura que los resultados obtenidos hasta ahora son esperanzadores. EE UU y Rusia están cada vez más cerca de lograr la barrera de inmunización que frenará esta crisis mundial.
OMS: “Seis candidatas a vacunas están en fase muy avanzada y hay esperanzas”

A pesar de que tiene la inmensa responsabilidad de gestionar y controlar una pandemia que tiene en jaque a la humanidad dentro de este pernicioso ciclo biológico, la autoridad sanitaria global ha asumido una política de escepticismo, pero como el curso de la historia puede cambiar de un día a otro, y qué mejor ejemplo que esta crisis mundial repentinamente surgida en diciembre de 2019, la OMS ya avizora lo que podría ser una luz al final del túnel, que aún está lejos de terminar, pero que podría llegar a la fase más crítica de la emergencia global y luego iniciar una transición hacia el debilitamiento del coronavirus.

Por primera vez en todo el siglo XXI, las grandes potencias mundiales se abocan a una política estratégica de seguridad global enfocada en la supervivencia misma de la humanidad. Ya no se trata de una carrera comercial o económica directa. Esta es una carrera científica entre Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y China por el dominio de la nueva era post-pandemia a través de lo que 2020 ha configurado como la diplomacia sanitaria. Es decir, el país que salve al mundo de una mayor descomposición humanitaria, es el que podría ganar más influencia en la economía y el escenario a largo plazo.


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Entonces, todas las apuestas están invertidas en un ambicioso proyecto científico y biotecnológico; frenar la peor pandemia que ha sacudido al planeta desde la gripe española en 1918. “Seis candidatas a vacunas contra la Covid-19 se encuentran en fase muy avanzada, por lo que hay esperanzas de que pronto pueda haber una inmunización de la población contra el coronavirus”, anunció este jueves el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

¿Un nuevo orden mundial post-Covid?

Esto implica que el nuevo espacio de disputa de las grandes potencias por el liderazgo del orden mundial es la biotecnología. Esas seis vacunas a las que se refiere la OMS son las que desarrollan las farmacéuticas estadounidenses Moderna, Pfizer y Novavax, así como las británicas Johnson & Johnson y AstraZeneca junto con la Universidad de Oxford, mientras que por otro lado el Instituto Estatal de Epidemiología de Rusia también trabaja en un antiviral.

El experto etíope, quien a principios de esta semana advirtió que “podría no haber una panacea” contra la Covid-19”, matizó este jueves 6 de agosto que “el hecho de que algunas de las posibles vacunas se encuentren en la tercera fase de ensayos clínicos es esperanzador”, pero subrayó que “deben esperarse los resultados finales de estos tests”.

De las seis, las de Moderna y Novavax (EE UU) son las que registran un mayor volumen de generación de anticuerpos neutralizantes, lo que podría iniciar una disputa contrarreloj entre EE UU y Rusia debido a que el segundo prevé aprobar su vacuna el 10 de agosto a pesar de las sospechas que existen en torno a la falta de pruebas de ese antiviral, que la propia OMS instó al Gobierno ruso a seguir sometiendo a más ensayos y pruebas sin saltarse ninguna fase. Esa situación denota que la premura en el interés de la expansión geopolítica de Moscú para sobreponerse a la influencia de Washington lo ha llevado a omitir protocolos científicos por un evidente monopolio de estrategias diplomáticas y comerciales que Rusia tiene en América Latina y Asia a futuro con su supuesta vacuna anti-COVID.

La recta final de la vacuna

Más de 140 laboratorios del mundo están desarrollando vacunas, aunque seis están EE UU, China, Reino Unido o Rusia se encuentran en la tercera y última fase de ensayos, en la que las candidatas se prueban en miles de personas (Moderna y Pfizer iniciaron pruebas finales en 30.000 voluntarios) en busca de posibles efectos secundarios adversos.

Sin embargo, el gran reto para la comunidad científica internacional no es dar con la vacuna, sino garantizar que su efecto de inmunización perdure con un mínimo de dos dosis en un tiempo prolongado para que pueda reducirse la curva de transmisión del coronavirus en todo el planeta. La ciencia ha hablado, pero la política internacional podría usarla como un instrumento más de su eterna Guerra Fría. @mundiario 

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