La OMS asegura que “no es tarde” para contener la pandemia de coronavirus

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El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus / WHO Twitter.
Para entender si la pandemia se expande con más fuerza o si se debilita, es necesario observar y mitigar la propagación de los contagios diarios. Hoy se han reducido por primera vez en seis semanas.
La OMS asegura que “no es tarde” para contener la pandemia de coronavirus

La humanidad está lejos de ver una fase de control absoluta sobre el ciclo biológico que tiene en lentitud la curva exponencial de su desarrollo en los ámbitos económico, tecnológico, financiero y de la globalización. El mundo se enfrenta ahora a dos inmensos retos históricos: controlar la pandemia y controlar la recesión global. La clave está en evitar que una de ellas o ambas al mismo tiempo se escapen de las manos y subordinen a la comunidad internacional a un estado de caos económico por el efecto de la Covid-19 en el marco de esta crisis conocida como la Gran Reclusión de 2020 (bautizada así por el Fondo Monetario Internacional).

Y es que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó este lunes que “aún está en manos de la humanidad contener la pandemia de Covid-19”, que se aproxima ya a los 20 millones de contagios y las 750.000 muertes.


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Esto implica que la autoridad sanitaria global pronostica la permanencia de un estatus quo en el que la cultura de la prevención y de la preservación de la vida por encima del capital, de los intereses económicos de las grandes potencias y de la reactivación de las estructuras financieras que controlan el sistema mundo, se base en la instauración de nuevos paradigmas y protocolos epidemiológicos que ayuden a disminuir la curva de propagación del virus, lo que podría generar el efecto colateral de incrementar ligeramente la curva de la recesión económica, pero solo como un período de turbulencia previo al rebote de las economías en proceso de reapertura con un control relativo de los brotes que están surgiendo en países como España, Italia, Francia, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.

"Hay brotes verdes de esperanza, y para cualquier país, región, ciudad o pueblo no es aún tarde para darle la vuelta a la pandemia", subrayó Tedros en la rueda de prensa que el organismo realiza cada dos semanas en su sede en Ginebra, Suiza. 

Por lo tanto, la OMS insiste en que la clave para controlar la expansión del coronavirus pasa por la aplicación de las medidas de bioseguridad personal y colectiva (lavarse las manos, distanciamiento social de un metro y medio junto al uso permanente de cubrebocas). Pero también, pasa por las restricciones a la movilización social de cada ciudad con altos índices de actividad comercial y laboral sin dañar la economía, sino regulando sus flujos urbanos (personas y vehículos) mediante una especie de ‘método válvula’.

“La semana pasada fue la primera desde mediados de mayo en que no se batieron récords de infecciones diarias (el máximo histórico, casi 300.000 infecciones en una jornada, se alcanzó el 1 de agosto), por lo que la curva global de contagios semanales ha bajado por primera vez después de meses de continuo ascenso”, según detalló el ente adscrito a la ONU. 

Una clave para entender la fuerza de la pandemia

La velocidad con la que el coronavirus se multiplica es el principal indicador que permite determinar cuánta fuerza tiene la pandemia, pues luego de mantener un patrón ascendente de 200 mil a 300 mil contagios por día en todo el planeta durante las primeras fases de la crisis entre marzo, abril y mayo, las medidas de prevención, una mayor concienciación social y el retorno de las poblaciones a los mercados laborales con protocolos sanitarios generaron una mitigación de los canales de transmisión del virus, que son las aglomeraciones como cadenas potenciales de contagios. 

El experto etíope jefe de la OMS aseguró este lunes que “tras las cifras de contagios y víctimas mortales hay grandes dosis de dolor y sufrimiento en un momento difícil para el mundo”, pero subrayó que “hay ejemplos en todos los continentes que demuestran que la epidemia se puede contener”.

El objetivo del organismo es que cree un nuevo paradigma sanitario y científico global que, a modo de consenso, garantice un programa de vacunación mundial con todas las vacunas que estarán disponibles entre finales de 2020 y mediados de 2021, actualmente en fases de ensayos clínicos realizados por compañías farmacéuticas de Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y Alemania.

"Países en la cuenca del Mekong (sudeste de Asia), Nueva Zelanda, Ruanda o muchos países en el Caribe o el Pacífico pudieron suprimir de forma temprana el virus", citó Tedros. Las naciones situadas en las latitudes más recónditas y lejanas del planeta han logrado controlar el virus porque esos países poseen poblaciones pequeñas con bajos índices de viajes externos y poca inserción en la globalización, lo que los dejó menos expuestos a una propagación acelerada de casos y así tuvieron mayores márgenes de acción y de tiempo para suprimir los movimientos de sus ciudadanos con el objetivo de cortar las cadenas de transmisión. 

La expansión del virus en países capitalistas

La OMS afirmó que "Francia, Alemania, Corea del Sur, España, Italia o Reino Unido sufrieron grandes brotes", pero destacó que “también pudieron frenarlo adoptando determinadas acciones, que están continuando con la llegada de rebrotes”. Y es que al ser las economías pilares de la Unión Europea y al ser Corea del Sur una de las más importantes de Asia, esos países se vieron obligados a desbloquear sus economías para evitar colapsos en los mercados europeo y asiático con la caída de la demanda interna, del comercio, de las inversiones y transferencias de capitales entre las empresas que generan la mayor parte del empleo y del consumo en esas regiones. 

"Las cadenas de transmisión se han roto combinando la identificación rápida de casos, un completo rastreo de contactos, adecuado tratamiento de pacientes, distanciamiento físico, uso de mascarillas, higiene regular de las manos o el toser lejos de los demás", sentenció el director del organismo. 

Si no se produce una transición social a nivel mundial hacia la implementación de políticas y leyes con la obligatoriedad de las medidas de bioseguridad, la descomposición humanitaria y económica en el planeta continuará agravándose si los Gobiernos no hacen caso a las recomendaciones de la OMS. @mundiario

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