La OMS asegura que los confinamientos podrían evitarse si el 95% de las personas usaran mascarilla

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El centro de Nueva York, desierto por la cuarentena durante el inicio de la pandemia de covid-19 en Estados Unidos en marzo / Cadena SER.
La estrategia de imponer cuarentenas colectivas y generalizadas provoca un conjunto de factores estructurales que repercuten en el equilibrio económico, social y humano de la vida moderna. 
La OMS asegura que los confinamientos podrían evitarse si el 95% de las personas usaran mascarilla

La dinámica en el funcionamiento del sistema de vida mundial se desplaza hacia un estadio completamente diferente a la normalidad que existió en el período de máximo desarrollo de la humanidad antes de la llegada de la pandemia, pues precisamente, la extrema actividad industrial y su enorme grado de polución pudo haber contribuido al surgimiento de este ciclo biológico producto de la alteración del equilibrio del ecosistema global. Ahora, la civilización tiene que adaptar sus mecanismos de interrelación social con la cultura de la salud pública a través de las medidas de bioseguridad diseñadas para mantener la estabilidad relativa de la vida social.

Y es que el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, dijo este pasado viernes que los confinamientos podrían evitarse si todos siguieran medidas de salud como usar mascarillas.


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El uso generalizado de este simple pero eficaz instrumento de protección es esencial para contener y frenar las cadenas de transmisión de la covid-19, pues bloquea los canales de traspaso del patógeno vía aérea en entornos cerrados donde es muy probable su diseminación con mayor rapidez. 

El funcionario insistió en que “los confinamientos deben ser un último recurso” e instó al público a “seguir las pautas para ayudar a prevenir muertes”.

Por lo tanto, esta es la muestra de que la OMS ya se ha desmarcado del aislamiento social masivo como una herramienta para suprimir la expansión de la pandemia, pues cree que esa medida genera pobreza, daño a las economías y afecta el funcionamiento pleno de la vida humana. 

“Si el 95% de las personas usaran mascarillas, en lugar del 60% actual, los confinamientos no serían necesarios. El uso de mascarillas no era una panacea y debía combinarse con otras medidas”, acotó Kluge. 

En la medida que la matriz de opinión pública se concentre en generar una percepción social de que esta crisis sanitaria es el reto más grande que la humanidad ha enfrentado en el siglo XXI, entonces podrá reconstruirse el clima de salud global relativa bajo un estado de cosas basado en la protección de la sociedad con un paradigma sólido de prevención sanitaria. 

“Si todos hacemos lo que nos corresponde, los confinamientos se pueden evitar”, dijo Kluge.

Esta crisis es una suerte de prueba a la cooperación global, no solo desde el punto de vista diplomático e internacional, sino humanitario en el nivel social del sistema de vida, es decir, entre las personas desde sus comunidades y entornos sociales con parámetros de bioseguridad que agilicen la fluidez de la dinámica cotidiana sin alterar la integridad física a escala masiva. 

“Cientos de millones de personas viven actualmente bajo confinamiento, lo que requiere apoyo económico y causa pérdidas de empleo, interrupción de los servicios de salud y daños colaterales en términos de salud mental, abuso de sustancias y violencia de género”, señaló.

Entonces, la estrategia de imponer cuarentenas colectivas y generalizadas provoca un conjunto de factores estructurales que repercuten en el equilibrio económico, social y humano de la vida moderna. 

Kluge, en una rueda de prensa desde Copenhague, Dinamarca, advirtió sobre “el impacto negativo de una flexibilización demasiado rápida” y dijo que “las restricciones solo deberían suavizarse gradualmente”.

Liberar los flujos sociales de forma precipitada es una apuesta muy arriesgada, pero hacerlo con parámetros de control epidemiológico y regulación de la agitada dinámica urbana, es la política más sensata que pueden aplicar los gobiernos de todo el mundo en esta época de una histórica crisis global. @mundiario 

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