La OMS advierte de que la vacuna rusa deberá “ser revisada para su precalificación”

Una sanitaria. / Mundiario
Una investigadora prueba una vacuna experimental contra la Covid-19 en un laboratorio / Pixabay.
La paralización de la pandemia es el nuevo estado global en el cual las grandes potencias planean influir para dominar la nueva escena mundial que llegará en la era post-coronavirus. 
La OMS advierte de que la vacuna rusa deberá “ser revisada para su precalificación”

Antes de que la humanidad y parte de la comunidad internacional se aboquen en un nuevo estado de celeridad mundial por las gestiones de los Gobiernos, empresas y organismos internacionales en el acceso a la vacuna contra el coronavirus que Rusia, de forma unilateral y poco clara, aprobó y registró oficialmente bajo la orden del presidente de esa nación -la más grande del planeta-, Vladimir Putin, la OMS ha salido al paso para calmar las ansias instintivas de la población mundial con respecto al elemento que podría frenar el actual ciclo biológico que tiene en retracción al sistema de vida moderno.

“Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está “en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas”.


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Esto implica que la autoridad sanitaria se encuentra desarrollando un esquema de evaluación y monitoreo sobre la carrera científica internacional que en este momento tiene a las mayores potencias del mundo compitiendo por el pulso de la hegemonía y la influencia global. Lo que la OMS trata de evitar es que la impulsividad de los intereses y estrategias geopolíticas vulneren la ética científica-médica en detrimento de la eficacia de una vacuna que, si no es elaborada bajo los protocolos internacionales de certificación, podría causar efectos secundarios o una falsa protección contra el coronavirus, que se sigue expandiendo en su ciclo biológico por todo el planeta. 

El portavoz subrayó que “la OMS se siente animada por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas y espera que algunas de ellas se muestren seguras y eficientes”. Por lo tanto, la clave para que pueda crearse una barrera de inmunización mundial pasa por la construcción de una estructura genética en la vacuna que sea eficaz para eliminar las células, enzimas y proteínas del SARS-CoV-2 que provocan los síntomas y patologías respiratorias en el organismo humano. 

¿Rusia contra la corriente científica mundial?

La vacuna rusa, anunciada y aprobada este martes por el presidente ruso Vladímir Putin en una reunión con el Gabinete de Ministros, no figuraba entre las seis que, según señaló la OMS la semana pasada, estaban “más avanzadas”. De hecho, el ente rector de la salud pública mundial no incluyó a la vacuna rusa como una de las que genera “esperanza” en medio de la fase actual de una pandemia sobre la que el director general del organismo, Tedros Adhanom, afirmó que “no es tarde” para contener. 

El organismo con sede en Ginebra (Suiza) citó entre esas seis a tres candidatas a vacunas desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadounidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y la británica desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.

Según Putin, la vacuna rusa es “eficaz”, ha superado “todas las pruebas necesarias” y permite lograr una “inmunidad estable” ante la Covid-19.

El líder de la tercera potencia global asegura que Rusia empezará a fabricar su vacuna de forma masiva en octubre, aunque el consenso de la comunidad científica internacional apunta a que una vacuna realmente efectiva y segura contra el coronavirus no estará disponible hasta febrero o marzo de 2021, mientras que otros sectores del argot científico mundial pronostican esa fecha para junio o julio del próximo año.

Primero la ciencia, después la política

La OMS insiste en que esta carrera científica y biotecnológica global no se salte los parámetros de su protocolo de certificación internacional de vacunas por la influencia y magnitud de los intereses de las potencias que ven en la pandemia una oportunidad para expandir sus intereses energéticos, tecnológicos, económicos, comerciales y diplomáticos en los mercados, los espacios clave de la escena mundial y todas las cadenas de suministro de los países periféricos subdesarrollados y en vías de desarrollo dependientes de la estructura capitalista mundial dominada por las naciones occidentales (EE UU y la Unión Europea) y del hemisferio poscomunista del planeta, controlado por Rusia y China.

Y es que, quien controle el programa mundial de vacunación junto con la OMS para inducir un nuevo estado inmunizador de salud pública global en la humanidad, controlará la nueva etapa de normalización mundial de la dinámica económica internacional en medio de este tablero de liderazgo mundial donde Rusia prevé hacerle jaque mate a Estados Unidos. @mundiario

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