¿Qué implica que la OMS diga que la pandemia será “más dura” en octubre y noviembre en Europa?

Paris
Una mujer caminando por las calles de París, Francia, en plena pandemia de coronavirus / Euronews.
“El fin de esta pandemia será el momento en que, como comunidad, hayamos aprendido a vivir con ella. Y eso depende de nosotros. Es un mensaje muy positivo”, afirmó el director del organismo para el continente europeo.
¿Qué implica que la OMS diga que la pandemia será “más dura” en octubre y noviembre en Europa?

El ciclo biológico que ha ralentizado la dinámica del sistema de vida de la humanidad se mantiene activo y acelerado en su ritmo de propagación. No hay límites para un evento natural muy volátil e impredecible que podría mutar progresiva o regresivamente en la medida que nuestra civilización contenga la movilización social y mantenga el control epidemiológico. El primer continente que se contagió tras el estallido del brote en China, y que fue el segundo epicentro mundial de la pandemia, ahora es el que podría volver a ser el foco de mayor intensidad en el globo para el último trimestre de este convulso año.

Y es que el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, aseguró este pasado lunes que la pandemia de Covid-19 será más dura en octubre y noviembre, “meses durante los cuales va a aumentar la mortalidad”.


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Esto implica que la capacidad de transmisión del virus y el riesgo potencial de mayor contagio en los países desarrollados de la Unión Europea va a aumentar, probablemente, a causa del auge del consumo y de la actividad económica rumbo a la temporada decembrina y de fin de año, lo que supone un mayor impacto en la movilidad social-urbana por la tendencia socioeconómica natural de la población a producir, trabajar y consumir más en el históricamente agitado último trimestre del año.

“Va a ser más duro. En octubre, en noviembre, se verá una mortalidad más elevada”, declaró en una entrevista a la agencia AFP el médico belga Hans Kluge, en momentos en que Europa registra un gran aumento de los contagios, aunque la mortalidad se mantiene por el momento estable. Sin embargo, las reactivaciones de las economías europeas generarían un proceso de descomposición social que representará una elevada carga económica y humanitaria para los Estados que han logrado controlar relativamente la pandemia, como España, Italia, Francia y Alemania, los pilares de la zona euro. 

“El alza de la mortalidad cotidiana será la consecuencia del rebrote de la epidemia en Europa”, indicó la OMS. Por lo tanto, el gran reto logístico que enfrentan los Gobiernos de la región se basará en contener y controlar la movilidad social sin sufrir colapsos sanitarios, pero al mismo tiempo, sin dañar la economía mucho más de lo deteriorada que se vio durante el inicio de la pandemia y del confinamiento en marzo. 

“Estamos en un momento en que los países no tienen ganas de escuchar este tipo de malas noticias y lo entiendo”, afirmó Hans Kluge, quien al mismo tiempo dio un mensaje positivo de que “la pandemia se va a detener en un momento u otro”.

La proyección de que la pandemia se detendrá se basa en la premisa de que la humanidad se readaptará a un entorno y a un ecosistema donde la bioseguridad será la constante en la conducta social-civil cotidiana del sistema de vida y de la dinámica económica de interrelación física entre las poblaciones en todos los países del mundo. 

La OMS de Europa reúne el lunes y martes al conjunto de sus 55 Estados miembros para hablar de la respuesta a la pandemia y elaborar una estrategia quinquenal. Podría consistir en un mecanismo de contención epidemiológica con pruebas masivas de detección y cuarentenas selectivas sugeridas a los Gobiernos de los países más afectados por los rebrotes en ese perímetro geográfico de 55 países europeos.

“Escucho todo el tiempo que ‘la vacuna va a ser el fin de la epidemia’. ¡Por supuesto que no!”, afirmó Kluge. De esta forma, el experto se hace con la vocería de la comunidad científica internacional bajo el mensaje de que no se puede exceder la confianza en una panacea como solución inmediata a una crisis que amerita todo un proceso de inmunización global, que llevará mucho tiempo, logística y financiamiento mundial. 

“Ni siquiera sabemos si la vacuna va a ser eficaz para todos los sectores de la población. Recibimos algunas señales de que será eficaz para algunos pero no para otros. Y si debemos encargar vacunas diferentes será una pesadilla logística”, sostuvo Kluge.

La OMS apela al fondo COVAX como el mecanismo que distribuirá las vacunas mediante un sistema de reparto proporcional con subsidios totales y parciales, así como con sistemas de comercialización a los países pobres y desarrollados, respectivamente. 

“El fin de esta pandemia será el momento en que, como comunidad, hayamos aprendido a vivir con ella. Y eso depende de nosotros. Es un mensaje muy positivo”, afirmó.

Entonces, el mensaje global de la autoridad sanitaria se basa en que la humanidad debe adaptarse a un entorno que ha sido natural y biológicamente condicionado, lo cual podría generar mucho más que bioseguridad, sino también inmunidad colectiva a largo plazo una vez que comience a perder fuerza la pandemia por la fase de debilitamiento del virus a medida que deje de encontrar menos huéspedes donde refugiarse y multiplicarse. 

El número de casos diarios aumenta a gran velocidad desde hace varias semanas en Europa, particularmente en España y Francia. El viernes, los 55 países de la OMS Europa registraron 51.000 nuevos casos, una cifra superior a la alcanzada durante los picos del mes de abril, según los datos de la organización.

La pandemia tendrá un clímax en la región con mayor actividad económica, social e industrial de Occidente, que es Europa, para luego perder fuerza y descender la curva de propagación con un esperado repunte, al menos leve, de la curva de recuperación parcial de la recesión derivada de la crisis sanitaria global. @mundiario

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