La OMS advierte de que la dexametasona no es una cura en sí para el coronavirus

A pesar de que este pasado martes, 16 de junio, el mundo vio con bueno ojos, y un poco de exaltación, el descubrimiento de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, de que la dexametasona es el fármaco que ayuda a reducir el grado de mortalidad del virus SARSCov-2, mejor conocido como coronavirus Covid-19, no es tiempo para celebrar ni cantar victoria anticipada. La pandemia persiste y se propaga aún más, pues todavía la humanidad está a medio camino, aunque menos lejos que hace tres meses, del hallazgo de una vacuna. Ese medicamento no es la solución.

Y es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles de que la dexametasona, el esteroide que ha conseguido reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19 tras un ensayo clínico con 6.000 pacientes infectados, solo debe utilizarse en pacientes críticos, no como fármaco para evitar el contagio del coronavirus.

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Este llamado de atención llega en medio del auge mediático y médico que empezó a tomar la dexametasona en tan solo 24 horas tras el descrubrimiento de Oxford. El objetivo de la OMS con esta aclaratoria es que los Gobiernos, sistemas sanitarios, gremios médicos y la opinión pública global entren en razón y tomen conciencia de que ese medicamento no debe adoptarse como una suerte de vacuna provisional ni mecanismo de prevención, pues su contraindicación en dosis elevadas radica en efectos secundarios sobre personas sanas que decidan ingerirlo para evitar contagiarse de Covid-19, lo cual no es recomendado bajo ningún concepto por el organismo sanitario mundial.

"Es especialmente importante subrayar que hay que usarlo con supervisión médica, no es un fármaco para casos leves ni puede tener uso profiláctico, es un antiinflamatorio muy potente", aclaró hoy en una rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.

Por lo tanto, resulta imprescindible que, para evitar una histeria sanitaria mundial o una sobredosis que pudiera generar nuevos problemas de salud pública por su ingesta indiscriminada y desmedida, los Gobiernos alerten y eduquen a sus ciudadanos sobre el hecho tajante de que no pueden ni deben tomar la dexametasona como medicamento preventivo para Covid-19, puesto que ese no es su uso correcto ni está formulado para ese tipo de aplicaciones debido a que es un esteroide de amplio espectro que puede ser potencialmente peligroso en personas libres de coronavirus.

De hecho, su comercialización por las grandes cadenas y transnacionales farmacéuticas estadounidenses podría ser la tendencia financiera de ese sector de la primera economía del mundo con el objetivo de ganar importantes posiciones en el mercado de valores (Wall Street) y así lograr armar un importante colchón de capitales mientras se encuentran en el proceso de dar con la patente definitiva de un antiviral contra la Covid-19, como la ha hecho con sus investigaciones y avanzados ensayos la farmacéutica Moderna, cuyas acciones no han hecho sino subir debido a sus importantes pasos que la ubican cada vez más cerca de la tan esperada vacuna. @mundiario