Obdulio cumple años
Mi amigo del alma celebró su cumpleaños recientemente y lo hizo de forma poco convencional.
El jueves llamé a Obdulio a primera hora de la mañana para felicitarlo por su onomástico. Me contestó con cierto apuro:
-Disculpa, pero me han invitado a un evento y no me puedo demorar mucho.
-Sólo te llamé para desearte un feliz cumple.
-Te lo agradezco, muchas gracias. ¿Algo más?
-¿Qué te regaló Mayeya?
-Una camisa muy bonita. La estoy estrenando hoy.
-¡Ah, mira! ¿Y tu hija?
-Bien, gracias. Ya se fue para la escuela.
-No, te preguntaba qué te había regalado.
-Unos chocolates.
-Claro, a ti te encantan.
-Así es. Bueno, me tengo que ir ya.
-¿Y ese apuro? ¿Adónde tienes que llegar tan temprano? Son las siete de la mañana…
-Te dije que estoy invitado a un evento.
-Ah, sí. ¿Y dónde es el invento, Obdu?
-¡Es un evento, no un invento!
-Disculpa. ¿Dónde es la cosa?
-En una universidad cercana.
-¿Y de qué se trata?
-Es una exposición de caricaturas que organiza un amigo mío.
-Ya. ¿Y por qué te ha invitado? No sabía que te gustaban las caricaturas.
-No voy por los dibujos. Voy a hacer un sketch musical.
-¿Cuál?
-El de las versiones de la Guantanamera en distintos países.
-¿Otra vez, Obdu? ¡Ese número lo has hecho un millón de veces!
-¿Y qué quieres? Me invitaron, tengo que hacerlo y no tengo otro que sea bilingüe.
-Pues me parece que vas a tener que actualizar tu repertorio, brother.
-Sí, pero será después. Y ahora me voy, chao.
Y con la misma me colgó. Luego me enteré de que la expo de caricaturas fue un éxito y que el público asistente se divirtió muchísimo con su sketch. Seguro era la primera vez que lo veían, porque ya a mí no me hace ni gota de gracia. No obstante, tengo que admitir que cuando Obdulio se sube a un escenario, se transforma y suele ser muy simpático. No me extraña que haya gustado tanto.
En fin, que cada quien celebra su cumpleaños como mejor le parece y si a mi amigo le gusta así, pues que así sea.
Happy Birthday, Obdu. De nuevo. @mundiario