Nueva Zelanda planea utilizar la edición genética para erradicar a los mamíferos invasores

Ave. Newzealand.com
Ave. / Newzealand.com

Predator-Free 2050 es el proyecto de conservación más grande del mundo que la nación empleará para para proteger su patrimonio cultural.

Nueva Zelanda planea utilizar la edición genética para erradicar a los mamíferos invasores

La Nueva Zelanda de hace una década ya no existe, en parte, debido a la desaparición o disminución de las poblaciones de aves que recorrían la nación. Resulta que la gran cantidad de mamíferos que viven en la isla han terminado afectando enormemente el hábitat natural de las aves, que están a merced de los depredadores.

En la actual época, el Ministerio de ambiente de Nueva Zelanda, calcula que desaparecen unos 16 millones de polluelos cada año por culpa de los depredadores. Esto hay desequilibrado la balanza de la fauna de la nación, por lo que su Gobierno ha tomado una importante decisión que cambiará al mundo de muchas formas: utilizarán la edición genética en los depredadores para evitar que se sigan reproduciendo.

El proyecto lleva por nombre Predator-Free 2050 y tendrá un costo de 6.000 millones de dólares. CRISPR es la técnica que las autoridades están planeando utilizar en las grandes poblaciones de depredadores que afectan a tantas aves de la isla y que al día de ha visto cómo se han extinguido cuatro especies distintas.

Erradicar una especie de algún lugar no es cosa nueva, ya lo vimos en la Isla Macquarie de Australia que para el 2012 ya había cumplido su meta de eliminar a todos los roedores y conejos de la zona que estuvieron acabando con la flora del lugar desde los años 70.

Si embargo, Australia utilizó el método convencional de caza para terminar poco a poco con las poblaciones de mamíferos. Por su parte, Nueva Zelanda planea utilizar la edición genética, un campo que apenas está siendo estudiando y cuyas implicaciones a futuro se desconocen. Dentro de tantas posibilidades podrían existir la de las evoluciones de las especies o la extinción permanentes de tantas otras que podrían afectar el equilibrio ecológico de todo el ecosistema de Nueva Zelanda y del mundo, porque quién puede asegurar que esos genes no saldrán de la isla y se terminarán expandiendo por todo el mundo.

El proyecto ha sido aceptado por el Gobierno neozelandés, pero aún faltan otras implicaciones como buscar al grupo de expertos que realizará este plan que podría cambiar por completo al mundo. @mundiario

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