La nostalgia ochentera de A mi manera, de la Sexta, divide a los fieles de la movida

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A mi manera.

Desde ‘Puñalada fatal al pop español de los 80’ o ‘De 7 zombis a 7 leyendas de la música’ a ser el número 1 en Itunes, opiniones varias gravitan en torno al programa de la Sexta.

La nostalgia ochentera de A mi manera, de la Sexta, divide a los fieles de la movida

Los fieles de la movida estaban expectantes ante la aparición de A mi manera, un programa de la Sexta que se presentaba como un homenaje a la nostalgia ochentera donde siete famosos convivírían una semana compartiendo vivencias, reflexiones, y lo más importante: sus canciones. Los ochenteros siempre han experimentado un gran rechazo a todos los programas de música aparecidos en las últimas décadas, salvando al  mítico Septimo de Caballería de la era Aznar. Y aunque el formato docu reality se escapaba de sus preferencias, éste parecía dieñado para ellos.

Si algo diferencia a los ochenteros de espíritu en cuestiones de música, es la absoluta adoración por los grupos de entonces -aún reconociendo la mala calidad de algunos- , la valoración de la música en directo e incluso cierto rechazo a la música posterior, más sentimental que racional. En el estudio sociológico de la movida de los 80 publicado por la Revista de Historia Murguía, un elevadísimo porcentaje de los ochenteros confesaban sin recato que apenas habían vuelto a comprar discos tras la movida,  y que treinta años después la seguían oyendo y muy pocos podían citar cinco grupos de cada década posterior. Además, aunque es difícil de comprender para aquellos que no la vivieron, en la movida la música fue mucho más que música: era sentimiento, y sobre todo, signo de identidad de una generación que no tenía nada que reivindicar políticamente porque ya lo habían hecho sus predecesores y que tomaron la música como estandarte de vida en una España que despertaba del letargo de la dictadura. La movida fue un fenómeno artístico-musical, pero sobre todo un fenómeno profundamente existencial en el que muchos jóvenes se encontraron a sí mismos, dueños de sus vidas y sus destinos, como nunca más volvería a suceder. De ahí que quienes formaban este público no eran sólo simples espectadores, sino que había algo más, porque en los invitados se encontraban  los autores de las bandas sonoras de aquellas vidas tan singulares de los 80. Quizá sabiendo ésto, fue difícil convencer a los protagonistas de esta primera edición, aunque si repasamos la actualidad de sus carreras a todos les beneficiaba en cierta medida esta sobreexposición mediática.  Al finalizar las siete emisiones del programa, Warner editará un disco con las versiones de los protagonistas de este espacio.

En A mi manera adaptación del programa holandés The Netherlands best singers, cada semana uno de los artistas es el protagonista del programa y sus seis compañeros versionan sus grandes éxitos en una velada con música grabada completamente en directo. Las críticas han sido muy buenas. Estas dos semanas, ha arrasado en Itunes y se ha convertido en líder.

Figuras de peso se han manifestado muy satisfechas de los resultados del proyecto. Teo Cardalda, líder del grupo de culto de la movida Golpes Bajos,  la ha apoyado en su página: "Ya era hora. Un atisbo de luz para la música de verdad construida por artistas de "verdad". Basta ya de regalar "prime times" a aficionados y a programas músicales bochornosos". Críticos como Chema Dominguez de EfeEme han dicho que "Hay que aplaudir que alguien haya dado un paso adelante ante tanto programa musical tan pusilánime como hay por ahí". Javier Perez de El Codificador ha declarado que "Hay que tener dos pelotas para emitir en prime time un programa de música sin niños prodigio, famosetes imitando a Madonna o supuestos talentos horteras por descubrir". El productor mítico Miguel Angel Arenas, alias ‘Capi’ también lo ha apoyado, o Jordi Evole, que aunque era en los 80 un infante varón ha tenido palabras elogiosas para el programa de su cadena.

Sin embargo hay opiniones muy encontradas, porque pese a que a Mario López, director de Antena de laSexta se le ha llenado la boca con frases grandiliocuentes de que todo lo hacía por la música de calidad y tal... en la selección de los participantes ha primado la comercialidad, tanto es así que algunos de ellos  generan un sentimiento contraproducente al que se pretendía conseguir.

Los aciertos: Nacho García Vega (Nacha Pop), Mikel Erentxun (Duncan Dhu) y Manolo Tena. En relación con el casting los aciertos han sido Nacho García Vega (Nacha Pop) , Mikel Erentxun (Duncan Dhu),  y Manolo Tena. Nacho  Vega no defrauda, está como uno se podría imaginar.. con energía, mucho que aportar y sobre todo recuperando su sitio y el protagonismo que siempre se le ha robado por compartir grupo con el mitificado Antonio Vega  -tanto es así que en el documental dedicado a Antonio Vega Tu voz entre otras mil irracionalmente apenas sale, mientras secundarios de relleno llenan metraje-. Su versión de Nadie puede parar  exhibió la misma fuerza de sus conciertos, y las anécdotas que cuenta interesan a un público que se siente identificado. 

> Manolo Tena está fisicamente casi irreconocible y cómo se dice en términos de reality apenas da juego, ya que permanece un tanto ausente al coleguismo de los demás,- posiblemente por razones de salud- ,sin embargo está proporcionando las versiones más intensas. Mañana, de Erentxun, espléndida y  la difícil Grité una noche fue especialmente sobrecogedora.

> Mikel Erentxun entró en el programa porque "tiene muchísimo mérito que una cadena de televisión, en las alturas en las que estamos, dé un espacio a la música” y “resalta muchísimo la libertad creativa ; hemos podido hacer lo que hemos querido”.   Sigue muy atractivo aunque su dientecillo que de joven era cautivador ahora parezca más propio de un viejo mellado. Y  pese a que su carrera en solitario importe poco a los telespectadores, los temas de Duncan son de esos que se saben de memoria.. y que se tienen  muchas ganas de oir . Su versión de Vistete demostró que sigue en plena forma.

Fin de los aciertos y las propuestas ochenteras de verdad, el resto es un relleno. Antonio Carmona, el antiguo Ketama, parece estar en el programa con calzador. La razón de su comparecencia podría ser la de dar versiones aflamencadas de las canciones que tanto gustan al público televisivo ( no hay más que ver la Voz para ver como arrasan los flamenquitos en el público de masas). Nada tiene que ver con la movida y  bien podían haberlo suplido con Manolo García el del Último de la fila que aunaba en su persona el espíritu de la movida y el toque aflamencado .Sin embargo, Carmona está haciendo un buen papel, sus versiones son muy dignas, con calidad y coloristas y su actitud es bastante normal, sin caer en los empalagosismos de otros concursantes y con gracia sureña... Un relanzamiento discográfico estaría detrás de su participación.

> David de María es el convidado de piedra, no se sabe que hace ahí  y prácticamente no conoce a nadie. Le salva el buen rollito gaditano pero tampoco sus versiones llenas de requiebros encajan. Sin embargo, al menos está tomando el programa con sensatez , reconoce que está como pez fuera del agua y casi pidiendo perdón por estar ahí sin merecerlo, lo que le hace no ser antipático a la audiencia que le rechazó en un principio. Sorprende su humildad cuando - con la excepción de la Sánchez- ha vendido más que todos los demás juntos, pero musicalmente no aporta nada a este proyecto. Su incorporación estaría en la línea de captar a un público más joven, algo que contraproducentemente no consigue, ya que los jóvenes sólo lo ven ahí " rodeado de dinosaurios"

> Sole Giménez y Marta Sánchez. Las dos mujeres seleccionadas son el gran bluff del proyecto. Suponemos que por la paridad hacía falta incluír mujeres y eligieron muy mal... Lo cierto es que había muy pocas mujeres en la movida y el totem  Alaska- incuestionable- no aguantaría ni media canción en directo por su limitación vocal... El resto Rubi ( la de los Casinos), Objetivo Birmania, Aerolíneas Federales, Vidéo .. casi fueron mujeres de One hit Wonder. Dos opciones hubieran sido perfectas:  Ana Curra, profesora de música y testigo imprescindible de la movida más dura y Ana Torroja, que aún siendo Mecano un grupo periférico a la Movida, hay que reconocer que sus dos primeros discos nuevorrománticos sí entran por derecho en la órbita de la Movida, y su vertiente comercial hubiera suplido  lo que querían los productores, aparte que las versiones de Mecano hechas por los de la Movida hubieran generado  bastante expectación... pero no...

La extraña elección de Sole Giménez, Presuntos Implicados, quien llegó tarde a la movida y demasiado pronto para ser indie... Le salva un disco bastante memorable  Alma de Blues con atinadas y hermosas canciones y otro par de LPS entrando en los 90, pero el resto muchas colaboraciones en discos, discos de versiones en solitario que han pasado desapercibidas. La única razón de su inclusión es su cejazapaterismo- ya sabemos lo que debe  la cadena al expresidente del gobierno- al que Sole apoyó en todos los medios con cejas y dientes. Comparte con la Sánchez el sentirse en el grupo "como una más" y colegueando de la movida cuando ni la olió.  Tiene una hermosa voz y ha hecho versiones muy correctas y afinadas en el programa, pero no emociona en absoluto . Un relleno sólo justificado por razones políticas.

Marta Sánchez es la gran equivocación. Nadie entiende la presencia de la Sánchez. Ahora mismo tampoco su  poco tirón mediático lo justifica. Angel Llácer, llegó a referirse a ella como "Muerta Sánchez". Lo cierto es que Marta Sánchez es en la actualidad la cantante madura de más éxito. Ha sobrevivido décadas reinvéntandose como una Killye Minogue o una Madonna Ibérica ... pero en  A mi manera  está haciendo el ridículo más absoluto.

Una de las mejores experiencias que he podido vivir en mis 30 años de carrera”, ha declarado y no extraña, Está que no se lo cree ya que entrando en este programa en cierta manera está intelectualizando una carrera jalonada de éxitos dance intrascendentes en la que ha jugado con un físico atractivo, canciones muy pegadizas y alardes de voz.

Nada más lejos de la meta que tenía de converirse en la madurez en una Barbra Streissand, hoy aún más guapa que nunca, amenaza en convertirse en una cincuentona obregonizada cada vez más sobreactuada y luchando contra un envejecimiento inexorable ("Llevo de puta pena envejecer", ha confesado muy elegantemente estos días).

En el programa roza la hilaridad en los comentarios, en los que aprovecha la mínima para abrazarse al de turno, e ingenuamente quiere hacer creer a la audiencia que ella es una más, que participó de todo de lo que se habla, cuando la audiencia la conoce de sobra y sabe que ahí es un pegote y que precisamante esos grupos y ese público aborreció su música y todo lo que representaba.  Tiene una maravillosa voz y siempre le ha gustado hacer alardes de ello,  insistiendo en que no sólo es una rubia sexy que canta, sino que es  una gran cantante y es cierto que lo es. Pero por ello, nos mortificó convirtiendo la fresca y alegre Calle de París, de Duncan Dhu en una  balada  tragicómica gorgoriteante, fricativizando y alterando sílabas, aspavientos y susurros, a los que encima intentó dotar de intención política. Infumable. Su Asustada estoy,  fue  bastante mejor, pero era lógico, lo de la Calle de París era para oirla con camisa de fuerza.

Un balance positivo
Estas inclusiones más que dudosas, un coleguismo exacerbado  y las caras de éxtasis que parece que están obligados a poner cuando se interpretan las canciones (sobre todo de los que se han colado en el casting),  junto a la falta de frescura en las conversaciones y de testimonios más intensos  lastran el programa. Pero aún así el balance es más que positivo. La oportunidad que se creía perdida de poder oir buenas canciones en directo -destacando la  gran banda y los coros que acompañan las versionesm  todo lo compensa. Los ochenteros son felices con algo tan básico, pero a la vez tan esencial como eso, tanto como para que compensen esos desatinos que con suerte se corregirán en un futuro.
Esperemos que en la nueva temporada (en otros países superan la tercera) elijan mejor los concursantes y redondeen este gran formato que permite que se vuelva a confiar en que la televisión puede recuperar la buena música. Si quieren sugerencias, aquí estan.. Teo Cardalda, Alvaro Urquijo, Santiago Auserón, Manolo Gacía y los dos metros de rock y pasión de Loquillo...  y si quiere que repitan Tena, Vega y Erentxun.
Los artistas tienen mucho que ganar y muy poco que perder, ya que, aparte de que sus interpretaciones en directo suponen todo regalo a sus incondicionales, pueden  aparecer contratos, bolos para nuevos discos  o programas televisivos. Y si sale mal, saben que sus fieles les perdonaremos todo en aras a lo que ya nos dieron, porque no les queremos a ellos, sino a aquellos que fueron y que permanecen incólumes en nuestra memoria y en el corazón con la misma emoción que teníamos entonces y que despierta como un resorte  mágico cuando suenan los primeros acordes de alguna de aquellas canciones que tanto nos hicieron sentir.

 

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