¿Por qué no nos aclaramos con los síntomas del coronavirus?

Covid-19. / Pixabay
Covid-19. / Pixabay
Las últimas novedades de los estudios a cerca de la covid-19 abren el espectro de síntomas que conocíamos, esta es la realidad de la investigación del cuadro sintomatológico. 
¿Por qué no nos aclaramos con los síntomas del coronavirus?

El coronavirus ha superado las 500.000 muertes en 216 países. Han pasado casi 6 meses desde que, el 31 de diciembre de 2019, se alertó a la oficina de la OMS en China de un tipo de neumonía con causa desconocida localizada en la ciudad de Wuhan. El 13 de enero se confirmaba el primer caso de coronavirus fuera de China, en Tailandia. A día 30 de enero la OMS declaró la Emergencia Sanitaria de Interés Internacional, al día siguiente se registró el primer paciente de coronavirus en España y el 14 de marzo se decretó el estado de alarma

De acuerdo con la OMS: “Los síntomas más habituales de la COVID-19 son la fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son los dolores y molestias, la congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de las personas infectadas solo presentan síntomas levísimos”.

Toser en el codo. / Pexels, cottonbro

Contamos con una cronología muy precisa del avance del virus, un lapso de 6 meses en el que los científicos han trabajado sin parar para frenar la enfermedad y en el que han empezado a añadirse más y más síntomas a la lista inicial. En base a eso parecería que los expertos no se aclaran con los síntomas. 

La realidad no es que no se aclaren, si no que se continúa recibiendo información a cerca de la enfermedad a diario, basta echar un vistazo a los medios para poder observarlo. 

Viales con muestras de sangre. / Pexels, Karolina Grabowska

Un estudio británico reciente acaba de dividir a los enfermos de coronavirus en 6 grupos en base a su cuadro de síntomas y la gravedad con la que padecieron el virus. 

Desde la Universidad Complutense de Madrid (UCM), acaban de identificar cuatro tipos de cefalea asociadas a la covid-19: la producida por la propia enfermedad, el agravamiento de que padece el paciente, la que los Equipos de Protección Individual (pantallas y mascarillas) causan y la que surge como respuesta emocional. Apuntan que el 15% de los pacientes sufren dolores de cabeza. 

Un estudio en abril habla de la ACE 2, una enzima que se adhiere a la membrana de las células localizadas en zonas como los pulmones, corazón y arterias, y baja la presión sanguínea. Se teoriza que las personas con más presencia de ACE 2 en su cuerpo podrían ser más vulnerables al virus, puesto que la enzima funciona como un receptor que utiliza el virus para invadir las células. Lo que resulta interesante puesto que la gente con edades más avanzadas y aquellos que padecen obesidad presentan más ACE 2. 

Confinamiento. / Pixabay

También se pone de relieve la necesidad de tomar en cuenta el asintomatismo. Un artículo en National Geographic de este miércoles se refería al problema de los casos asintomáticos y resaltaba la dificultad de su medición. La mayoría de los contagiados asintomáticos pueden mostrar síntomas, pero son leves o la propia persona no los asocia a la covid-19, por lo que no consideran hacerse la prueba y no se consigue un registro fiable. 

Por último, el marco temporal de 6 meses puede resultarnos muy largo, pero en materia de historia de la patología nos encontramos tan solo al principio de la trayectoria que tendrá este virus. Podemos confiar en que, según se avance en el tiempo, llegaremos a un conocimiento mucho más profundo del SARS-CoV-2 y a una vacuna. @mundiario

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