Un Nobel de la Paz contra la esclavitud sexual

Denis Mukwege y Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz 2018. / Twitter @NobelPrize
Denis Mukwege y Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz 2018. / Twitter @NobelPrize

Un ginecólogo congoleño y una ex esclava sexual del Daesh. Ellos son Denis Mukwege y Nadia Murad, los ganadores del Nobel de la Paz 2018 y quienes han dedicado su vida a  la lucha por acabar con la violencia sexual como arma de guerra.

Un Nobel de la Paz contra la esclavitud sexual

Un ginecólogo congoleño y una ex esclava sexual del Daesh. Ellos son Denis Mukwege y Nadia Murad, los ganadores del Nobel de la Paz 2018, el símbolo más unificador e importante. En su veredicto, la Academia noruega reconoció el esfuerzo de ambos en la lucha por "acabar con la violencia sexual como arma de guerra"

Nacido en 1955 en la República del Congo, Mukwege ha dedicado toda su vida a defender a las víctimas de violencia sexual, especialmente, en los tiempos de guerra y conflictos armadas. El médico, también conocido como el Doctor Milagros, estudió Medicina en Burundi y dio sus primeros pasos en el Hospital Cristiano de Lemera, en la provincia de Kivu del Sur, que sería destrozado en 1996, por un ataque que precedió a la Primera Guerra del Congo.

En 1999, tres años después de la tragedia, Mukwege fundó su propio centro clínico, el Hospital Panzi, en Bukavo, dedicado a la atención ginecológica y obstrética de manera gratuita. En su trayectoria como médico, Mukwege, en conjunto con su personal, ha atendido a más de 40.000 supervivientes de violencia sexual, una cifra que le convierte en el mayor experto en "restaurar" el daño físico provocado por violaciones y agresiones sexuales.

Mukwege se ha mostrado muy crítico respecto a la impunidad de las violaciones masivas y, en este sentido, la falta de iniciativa del Gobierno congoleño y de otros países para frenar el uso de la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra. Si hay un principio básico que rige la vida de Denis Mukwege, ese es "la justicia es un asunto de todos".

Del otro lado, se encuentra Nadia Murad, una activista por los derechos humanos yazidí y sobreviviente de la esclavitud sexual por parte del Estado Islámico en Irak. "Es el testigo que cuenta de los abusos perpetrados contra ella y contra otros"; argumentó el comité Nobel al conceder el galardón.

Nacida en 1995 en la remota aldea de Kocho, del distrito de Sinjar, Murad destaca por su valentía para relatar al mundo sus propios sufrimientos y ser vocera de miles de víctimas. De hecho, es una de las aproximadamente 3.000 niñas y mujeres yazidíes que fueron víctimas de violaciones, maltratos y torturas por parte del ejército de Daesh. Abusos que fueron utilizados como arma y parte de una estrategia militar en la lucha contra los yazidíes y otras minorías religiosas.

En 2014, fue secuestrada por el Estado Islámico durante tres meses, en los cuales sufrió violaciones, e incluso, amenazas de muerte. Para entonces, Murad tenía apenas 21 años. Sin embargo, afortunadamente logró huir tres meses después y decidió hablar abiertamente sobre los abusos que había sufrido. Y fue ahí cuando su vida tomó un rumbo distinto. En 2016, fue nombrada la primera Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para la Dignidad de los Supervivientes de la Trata de Personas. En la actualidad, vive como refugiada en Alemania .

El premio será entregado el próximo 10 de diciembre, en el 122 aniversario del fallecimiento de Alfred Nobel, quien en 1985 estipuló los premios en su testamento. Murad y Mukwege recogerán el Nobel de la Paz en Oslo, la capital de Noruega. Casualmente, el anuncio del galardón ha coincidido con el primer aniversario del movimiento global MeToo. @mundiario

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