Los niños sirios son los más afectados por la guerra

Hakim. Unicef
Hakim, niño sirio afectado por la guerra. / Unicef.

En Siria, hasta 8,4 millones de niños se han visto afectados por la desbordante violencia que afecta a su país.

Los niños sirios son los más afectados por la guerra

El pasado 5 de abril, el Gobierno sirio atacó a sus propios habitantes con supuestas armas químicas que terminó con la vida de entre 70 y 100 civiles, de los cuales 20 eran niños y 17 eran mujeres. Luego del ataque, las víctimas fueron transportadas a los hospitales cercanos, en donde estaban siendo atendidos ancianos, niños y mujeres principalmente, pero aviones atacaron el lugar y provocó la muerte de un gran número de víctimas.

La guerra comenzó hace cinco años, y hasta ahora no hay señas de que vaya a mermar. Luego del ataque, la oposición aseguró de que las conversaciones de paz no podrían continuar, mientras que el Gobierno sirio continua negando su participación en el ataque. Desde que la guerra empezó a tomar forma, el 80% de la población infantil siria se ha visto afectada, lo que se traduce en 8,4 millones de niños que no gozan de seguridad, alimentación, buena salud o educación.

El gobierno de los Estados Unidos, decidió responder con el bombardeo de 59 misiles dirigidos a los principales cuarteles del Gobierno sirio. En el nuevo ataque, murieron nueve civiles que no tenían nada que ver con la guerra, entre los que se encentraban niños.

El saldo total que hasta los momentos tiene la guerra es: 470.000 muertos y cinco millones de refugiados que se están repartiendo por el mundo y han causado una de las mayores diásporas humanas que los gobiernos mundiales no han sabido afrontar. Buscar culpables es complicado, pero lo cierto es que los más afectados por la guerra son los niños y las mujeres, que no solo sufren de violencia; también son convertidos en esclavos sexuales, vendidos y abusados de inimaginables formas.

“Mientras continúa la guerra, los niños están luchando un conflicto de adultos, tienen que abandonar la escuela, y muchos se han visto obligados a trabajar o a casarse a una edad temprana”, aseguró el director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Peter Salama.

De continuar así, el mundo estaría contribuyendo a un genocidio implícito. En el que ignoran a personas que están vulnerables y los dejan morir a conciencia. En Siria, la mayoría de las redes públicas que intentan ayudar están hasta su máxima capacidad, la guerra no parece terminar nunca, cada día se suman aliados y enemigos; y el Estado Islámico sigue expandiéndose en el mundo y en las mentes jóvenes que no cuentan con una guía para discernir entre lo malo y lo bueno.

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