Me niego a pronunciar su nombre y el de la televisión que le paga

Una persona con el mando de tv. / Mundiario
Una persona con el mando de tv. / Mundiario

Invito a quienes no tengan la condición de rojo o maricón a abandonar “esa” cadena de televisión.

Me niego a pronunciar su nombre y el de la televisión que le paga

Además de las noticias sobre la pandemia, que llenan el tiempo de prensa, radio y la televisión, suceden cosas que pasan desapercibidas.

No pronunciaré el nombre del personaje, ni la cadena de televisión, ni el programa. Se trata de un presentador-actor-escritor-vividor-provocador, que el día 29 de abril, en el programa que presenta por la tarde, dijo: ”Este programa  es de rojos y maricones y quien no quiera, que no lo vea…es nuestra declaración de principios”.

Así respondía a un periodista compañero habitual del programa; y remató, con cara iracunda y fuera de sí: “Estoy hasta las narices de que coléis los discursos de Vox aquí. No lo voy a permitir. A tomar por culo.”

Hoy prima el escándalo, la desvergüenza, la provocación, y se usa como herramienta cualquier forma de lenguaje, ya sea soez, insultante, escatológico o tabernario. A ello hay que añadir la falta de respeto a sus propios espectadores, porque se supone que ni todos son rojos, ni todos son maricones, ni rojos y maricones al mismo tiempo.

Flaco favor hace este sujeto, individuo, tipo, fulano, persona de baja estofa, a quienes son de su misma cuerda, rojos y maricones según él mismo predica. Porque los rojos de los que él dice formar parte, siempre han sido muy dados a la intelectualidad, y el programa de este ínclito presentador es lo más contrario que puede existir a lo culto, instruido, erudito, docto, filosófico,…, porque se trata, como se dice ahora, de un programa de “entretenimiento”, según el significado que la cadena atribuye a la palabra entretenimiento: algo zafio, soez, grosero, chabacano. En consecuencia, los primeros que tendrían que retirar su confianza a semejante programa serían los rojos.

En cuanto a la afinidad de los maricones con su programa, antes de opinar tendría que preguntarle si identifica usted la mariconería con la homosexualidad. Porque, coloquialmente, mariconería y maricón son sustantivos destinados a quienes alardean públicamente de su condición homosexual, hacen profesión de ella y la caricaturizan con sus aspavientos, ademanes y afectación. Si se refería usted a ambas acepciones, le diré que falta usted al respeto de los segundos –usted, paladín del colectivo homosexual- y también estos deberían olvidarse de su programa y de usted.

Por otra parte, usted que predica la igualdad, al reservar su entretenimiento para rojos y maricones, está discriminando a todos los demás posibles adeptos.

Supongo, además, que no todos sus colaboradores y docenas de personas que posibilitan la realización de su programa, serán maricones. Si se van todos y tiene que hacer un nuevo proceso de selección, deberá indicar que se abstengan los heterosexuales, los de centro, los de la derecha, derechona, izquierda moderada y mediopensionistas; sólo para rojos y maricones.

¿Qué habrán pensado las empresas que se anuncian en el programa? Supongo que a algunas, atendiendo al hecho de que su programa es de máxima audiencia, les interesará que continúe la fiesta de rojos y maricones, para vender entre ellos sus productos. Ahora bien, estoy seguro que otros anunciantes se sentirán perjudicados, por dar a entender que los productos que venden y anuncian son, exclusivamente, para rojos y maricones, lo que supone restringir su mercado de forma importante, dado que, entre los españoles, hay mucho rojo y de derechas y muchos maricones y  heterosexuales.

Quien estará encantado con usted será el consejero delegado, porque a través de los escándalos, chismes, provocaciones, llantos y otros contenidos del programa, consiguen audiencia, publicidad,… y dinerito a la saca, junto al procedente de las campañas  publicitarias públicas. Supongo que no se dará por aludido cuando usted manda a todo el mundo, indiscriminadamente, a tomar por culo, ni cuando afirma que el programa es para rojos y maricones.

Invito a los asiduos a este programa que no sean ni rojos ni maricones, a los compañeros de programa que tampoco lo sean, a los técnicos, directivos de esa televisión, a los anunciantes que quieran un mercado más amplio y a los compradores de los productos que se anuncian durante el programa, que se olviden de tan lamentable entretenimiento.

Se me olvidaba añadir –por si alguien no se da cuenta a qué canal me refiero-, que esta emisora se vio envuelta en un turbio escándalo de supuesta violación o abusos que pudo haber tenido lugar en uno de sus programas, hecho sometido a un proceso judicial. @mundiario

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