A las mujeres no nos gusta que los hombres nos acosen: aviso a navegantes

Recreación de una táctica que las mujeres de principios de siglo XX empleaban para defenderse gracias a los pins de su sombrero.
Recreación de una táctica que las mujeres de principios de siglo XX empleaban para defenderse gracias a los pins de su sombrero.

Nuestra colaboradora relata en primera persona desde las páginas de MUNDIARIO una situación de acoso en plena calle y extrae conclusiones que no dan lugar a muchas dudas.

A las mujeres no nos gusta que los hombres nos acosen: aviso a navegantes

Molesta, mi estado es molesta. Esta mañana  he llegado al despacho con el teléfono móvil en la mano para llamar a la policía porque a un fulano se le antojó detener su vehículo dos veces, una para preguntarme por qué iba tan triste por la calle -a lo que respondí que no iba triste, sino seria, y que gracias por el "interés"- y la segunda para preguntarme si me había molestado -a lo que dije que no y seguí caminando- lo que debió dar "alas" para perseguirme por la calle con el coche hasta que me metí en una calle de dirección prohibida. Yo... no sé, si en verdad les parece que perseguir a una mujer así nos gusta, o va a hacer que digamos: ¡mira qué majo que me acosa!

Por si quedan dudas. No nos gusta que nos acosen. No nos gusta. Una pena que no me lea algún acosador que ya lo tengo bloqueado del Facebook... ¡No!

Por cierto, a mí estas cosas no me acojonan, lo que sí me ponen es de mala hostia. Aviso a navegantes.

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