Los muertos solo los imaginamos

Cementerio. / Davide Ragusa. / Unsplash
Cementerio. / Davide Ragusa. / Unsplash
Las últimas voluntades, hoy, no tienen voz. Mientras tanto, los ciudadanos nos preocupamos de cómo ocupar nuestro tiempo en casa y los hechos se suceden a la velocidad de una secuencia de Fast and Furious.
Los muertos solo los imaginamos

Más de 9.000 personas han muerto en España a causa del coronavirus y la cifra sigue subiendo de forma alarmante. Los fabricantes de ataúdes no dan abasto y aseguran tener una demanda muy superior a la cifra oficial de fallecidos. A pesar de ello la prensa se ha cuidado mucho de dar cualquier imagen de los miles de cuerpos acumulados en morgues improvisadas como el Palacio del Hielo de Madrid. Muy probablemente bajo la consigna de un Gobierno que no estará controlando la pandemia, pero sí el flujo informativo de la misma.

Mientras tanto, los ciudadanos nos preocupamos de cómo ocupar nuestro tiempo en casa, ya sea haciendo yoga, bebiendo vino y comiendo chuletones, jugando en Internet, viendo Netflix, leyendo, escuchando música, y un largo etcétera de posibilidades para pasarlo bien dentro del hogar. Eso sí, ¡qué horror el encierro!

Los muertos solo los imaginamos. A veces tuits de personas que han perdido a un ser querido vagan sin rumbo por la red social del pajarito informando de que hay un muerto más y era uno de lo suyos, y no han podido despedirse, ni verlo, ni rezarle, ni abrazarle, con la obligación de una incineración que para muchos no era lo elegido en vida porque quizá quisieran descansar en un cementerio, junto a otros seres queridos y así, en el futuro, poder ser visitados. Pero ni eso. Las últimas voluntades, hoy, no tienen voz.

Y leemos ese tuit mientras hacemos magdalenas, o encendemos la chimenea, o buscamos una película para ver el viernes por la noche. Y no nos inmuta lo más mínimo porque los hechos se suceden a la velocidad de una secuencia de Fast and Furious y mañana saldrá 'Aló Presidente' en nuestras pantallas a darnos más información para comentar durante unos días o leeremos sobre la quinta pelea en el seno del Gobierno de coalición mientras se riega al duopolio televisivo “acrítico” con la gestión de nuestros gobernantes con 15 millones de euros. Y entre tanto, en Instagram, los videos en directo nos mantienen sedados de nuestra realidad durante minutos para colarnos en la realidad de otros. Y todo es más bonito gracias a los filtros de la red social. Y a las 8 a aplaudir.

Entre tanto sumamos muertos, pero como no se ven, no existen y solo son un número más. Y cuanto más crece el número, más inmunes somos, menos humanos.

Si alguien pensó que esto nos cambiaría… está en lo cierto. Cada vez somos más digitales, lo analógico de una lágrima, de un grito de dolor, de una bandera a media asta, de un minuto o una hora de silencio por nuestros muertos… eso tan real se lo ha llevado Alexa, Netflix, HBO, Spotify, Instagram, Facebook, nuestro Gobierno. Lo importante es “resistir para seguir viviendo”, a costa de todo y de todos. @opinionadas en @mundiario

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