Muchos jóvenes caen en la ludopatía aún siendo menores de edad

Apuestas deportivas
Apuestas deportivas. / RR SS

A través de videojuegos prácticamente inofensivos, nuestros hijos gastan su dinero y se endeudan para conseguir mejoras en sus partidas, terminando enganchados a las apuestas.

Muchos jóvenes caen en la ludopatía aún siendo menores de edad

Esta semana, mi hijo de 14 años, me ha contado que un chico de su clase ha ganado 400 euros en las apuestas deportivas. A través de unas apuestas combinadas, invirtiendo muy poco, había logrado ganar esa cantidad de dinero.  Trato de explicarle que parece la típica fanfarronada de un adolescente ante sus iguales, puesto que para poder hacer apuestas deportivas debe ser mayor de edad. Él, tras mirarme de manera condescendiente, me aseguró que es muy sencillo engañar a las casas de apuestas. Puedes utilizar un DNI de un adulto para darte de alta y asunto resuelto. Por lo visto es bastante habitual y a partir de estas edades, los chicos comienzan a hacer apuestas, ante los reclamos publicitarios incesantes. Por supuesto, todo auspiciado por las tiendas de videojuegos, youtubers e influencers, que promocionan este tipo de páginas.

Esta semana, también he leído la dramática experiencia de un chaval de 19 años que ha confesado su ludopatía tras jugar al FIFA, un juego de fútbol para videoconsola. Parece un juego inofensivo, pero existe la opción de adquirir jugadores fantásticos con monedas virtuales que se obtienen, o bien ganando una serie de partidos... o con dinero real. Es lo que se llama Loot boxes —botines—. Consiste en pagar por superar un nivel del juego: Jugadores más hábiles, mejores armas, incluso bailes y celebraciones... El último juego que arrasa entre los jóvenes es el Fornite. Gratuito, pero en el que hay que pagar por conseguir estas mejoras del juego. Lo grave es que afecta fundamentalmente a los jóvenes. A nuestros hijos. El propio chaval confesaba que su adicción comenzó cuando tenía ¡13 años! Aseguraba que existían casas de apuesta en la que no era necesario demostrar la mayoría de edad para jugar.

No es un asunto baladí. Quizá no somos conscientes de que el juego on line mueve al año 238 millones de euros solo en España. Las casas de apuestas están tan convencidas de que van a esquilmarnos que nos regalan bonos de bienvenida de cientos de euros para engancharnos. Es un asunto muy grave. Ya sabemos cómo es esta generación. Lo quieren todo. Y lo quieren ya. Los hemos enseñado que lo mejor es enriquecerse rápido. Sin esfuerzo. Sin valores. Sin educación. Si usted no lo hace, es un panoli. Ellos lo tienen grabado a fuego en su vida. Y no piense que usted está a salvo. Para jugar, solo hace falta un teléfono móvil. Y estoy convencido de que su hijo tiene uno. Y le aseguro que ni usted ni yo sabemos con certeza en todas las páginas que entra su hijo.  

Piensen.

Sean buenos.

La canción regalo de hoy es The Jack. Una canción de alguien que es engañado para seguir jugando mientras pierde todo lo que tiene. Uno de los himnos del rocanrol. Suban el volumen y disfruten. Con todos ustedes: ¡AC/DC! @mundiario

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