¿Por qué mucha gente se exalta y pierde el sosiego en las redes sociales?

Logotipo españolizado de la popular red social Twitter.

Gafo Acevedo, el de la infeliz expresión "catalanes de mierda", es diplomático de carrera, fue director de Protocolo de la Presidencia del Gobierno y embajador en Líbano.

¿Por qué mucha gente se exalta y pierde el sosiego en las redes sociales?

Los libros del “saber estar o de los buenos modales”, que contienen reflexiones sobre las pautas de conducta y reglas de comportamiento “homologadas” en la sociedad contemporánea deberían ser de obligada lectura para todos los que ocupan cargos públicos. Digo esto a propósito de la expresión insultante y ofensiva que escribió el adjunto al alto comisionado de la Marca España, Juan Carlos Gafo Acevedo, que llamó “catalanes de mierda” a los que pitaron al himno nacional en la inauguración del campeonato mundial de natación de Barcelona. 

Lo que más llama la atención es que el señor Gafo Acevedo es diplomático de carrera, fue director de Protocolo de la Presidencia del Gobierno y embajador en el Líbano. Por tanto, esa expresión insultante no salió de un friki o un ignorante, sino que fue escrita en la red social Twitter por un profesional de buena trayectoria al que se le supone acreditada formación y, por tanto, solvencia intelectual.

¿Qué pudo haber ocurrido para que un personaje con este perfil perdiera las formas y los buenos modales? Según su versión "le sentó mal que pitaran al himno y nada tiene en contra de los catalanes y de Cataluña". Pero eso no justifica la pérdida de control verbal y su reacción como un hooligan españolista ultra ofendido por el comportamiento de unos fanáticos, cometiendo la torpeza de actuar como ellos, que es la mejor forma de provocar su radicalismo. Parafraseando el texto de una viñeta de Romeu, hay quien cree que por ser republicano, profesor, político o diplomático ya no hace falta ser educado, “y primero hay que ser educado y luego el adjetivo”, decía el personaje del humorista.  

En las redes sociales se puede constatar que mucha gente se exalta y pierde el sosiego cuando decide contestar a la mínima provocación. Twitter -y la red en general- es como una especie de "reino" donde cada uno hace voluntariamente su peculiar striptease verbal en libertad, como si estuviera parlamentando en una mesa de cafetería con “barra libre” para expresarse en 140 caracteres. La gran diferencia es que las cosas que escribes en las redes sociales quedan registradas. 

En fin, que al mejor escribano se le escapa un borrón. Queda para la historia la incontinencia verbal de Gafo Acevedo, un desliz que evidencia que anda escaso de diplomacia, que pagó con su dimisión. Decían los antiguos que “el hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios” o que “en boca cerrada no entran moscas”. Sabias sentencias.

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