El mosquito Aedes aegypti tiene en vilo a las autoridades sanitarias de la Argentina

La Subsecretaria de Gestión y Contralor del Conocimiento, Redes y Tecnologías Sanitarias Dra. Elsa Andina y la Farmacéutica Isabel Reinoso Presidente del Colegio de Farmacéuticos del la provincia de Buenos Aires
La Subsecretaria de Gestión y Contralor del Conocimiento, Redes y Tecnologías Sanitarias Dra. Elsa Andina y la Farmacéutica Isabel Reinoso Presidente del Colegio de Farmacéuticos del la provincia de Buenos Aires.

El país sudamericano vive una epidemia provocada por el mosquito Aedes aegypti y la clave para evitar su propagación es hacer que el agua no se estanque en el ámbito del peri-domicilio.

El mosquito Aedes aegypti tiene en vilo a las autoridades sanitarias de la Argentina

Luego de una semana en donde, erróneamente, varios medios de comunicación hicieron hincapié en que un nuevo decreto reglamentario de la ley 10.606 impediría la venta de repelentes, profilácticos, tensiómetros, termómetros y otros productos relacionados al arte de curar en las farmacias, se reunieron las autoridades del Ministerio de Salud bonaerense y del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires donde explicaron que las farmacias se encuentran perfectamente habilitadas para dispensar “productos destinados al arte de curar, de cualquier origen y naturaleza, así como la preparación de fórmulas magistrales, material aséptico, inyectables, productos cosméticos o cualquier otra forma farmacéutica con destino a ser usadas en seres humanos”. Además, en este contexto se acordó que a partir del 10 del corriente, y hasta mayo inclusive, las 4.500 farmacias que forman parte de esta red colegiada bonaerense colaborarán con el alerta sanitario para los virus dengue, zika y chikungunya a través de la exposición de las medidas de prevención y los síntomas de estas enfermedades.

Con este convenio llevado adelante por las dos entidades provinciales se busca que las farmacias, por ser un centro de primera intención de muchos pacientes, contribuyan a disminuir la automedicación y a favorecer la prevención primaria a través del control de los reservorios y la eliminación de los criaderos de mosquitos, así como recomendar a todas aquellas personas que presenten temperatura elevada y algún síntoma compatible con dengue, zika o chikungunya que realicen una consulta médica.

Repasando la línea del tiempo, el Aedes aegypti reingresó a la Argentina en 1986, y desde 1998 han ocurrido varios brotes de dengue. Esta dolencia se produce en los meses de calor, generalmente de noviembre a mayo, siendo las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes las de mayor riesgo. También, en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Mendoza se han detectado casos. En 2009, Argentina sufrió la epidemia de dengue más grande de la historia sanitaria nacional con 5 muertos y más de 26.000 personas que padecieron la enfermedad, entre enero y mayo de ese año; en 2010 se logró reducir drásticamente la cantidad de dolientes y no hubo víctimas fatales. Se registraron poco más de 1.000 enfermos, lo que implicó una reducción del 96% de los casos. En 2015, fueron notificados un total de 4.733 casos sospechosos de dengue al Servicio Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS). Se registraron casos sospechosos en 21 provincias, siendo las de mayor número de notificaciones Córdoba (25%), Formosa (18%), Misiones (13%) y Salta (10%).

Hasta el momento se han notificado más de 1.100 casos autóctonos en el país, y en la Provincia de Buenos Aires se registran 118 confirmaciones de dengue (la mayoría en distritos del Conurbano), 90 sospechosos de chikungunya y un caso de zika importado en Pergamino.

Más allá de los números, la lección más importante que nos otorga esta línea del tiempo es que todo gran objetivo comunitario se puede alcanzar si las decisiones se toman en conjunto, conformando un equipo interdisciplinario cuyas acciones mancomunadas serán muy beneficiosas para la población y el sistema de salud.

Prevención del dengue, zika y chikungunya

El mosquito, Aedes Aegypti, es el vector que produce estas enfermedades para las que no existen vacunas ni medicamentos que las curen (para la fiebre Chikungunya (CHIK) la otra especie involucrada es el Aedes albopictus). Para reproducirse  solo necesita un recipiente de paredes rígidas, agua quieta en una mínima cantidad y un poco de sombra para dejar sus huevos justo por encima de la línea del agua. Esta especie de mosquito es casi totalmente doméstica; esto significa que se cría dentro o alrededor de las viviendas en una gran variedad de recipientes útiles o descartables que acumulen agua. También se cría en lugares públicos y privados, tales como cementerios (floreros). No se cría en charcos, lagunas, zanjas, pantanos, ríos ni arroyos; en estos lugares se desarrollan otras especies de mosquitos que no transmiten dengue. Las piletas de natación (piscinas) con agua clorada no son sitios adecuados para el Aedes aegypti. En cambio, las piletas de lona que se llenan con algo de agua de lluvia y tienen poca profundidad pueden convertirse en sitios de cría del Aedes aegypti. Los tanques de almacenamiento de agua para consumo (de más de 100 litros), los aljibes o cisternas, muy comunes en muchas viviendas o poblaciones que no cuentan con acueducto, también son sitios que producen una gran cantidad de estos mosquitos, más aún si no tienen colocada la tapa de manera apropiada, o no se recambia el agua frecuentemente.

En su prevención se sugiere poner boca abajo o eliminar todo aquello que pueda servir como criadero de mosquitos (botellas, latas, macetas vacías, cubiertas o neumáticos en desuso, tanques de agua sin tapa, bebederos de animales, bandejas debajo de las macetas, floreros o, incluso, una tapita de gaseosa), porque sin mosquito no hay enfermedad. En relación a las embarazadas, se recomienda consultar al obstetra antes de viajar a lugares con circulación de dichos virus.

Evitar automedicarse

En el control de la enfermedad resulta fundamental que si una persona presenta fiebre, sin compromiso de las vías respiratorias, y algún síntoma como dolor de cabeza -especialmente detrás de los ojos-, pérdida del apetito, nauseas, vómitos o dolor abdominal, sarpullido e intenso dolor muscular o en las articulaciones, sangrado de nariz leve y encías debe realizar una consulta al médico, o al hospital más cercano, evitando  automedicarse, en principio para detectar rápidamente el origen del problema y en segundo término porque algunos medicamentos pueden agravar estas enfermedades. Tomar algunos fármacos anti-inflamatorios bajo diferentes formas farmacéuticas, como aspirinas, ibuprofeno, naproxeno, así como la aplicación de inyecciones intramusculares de diclofenac o el uso de supositorios puede hacer que el cuadro de la enfermedad se agrave al generar mayor sangrado. A su vez, es importante la hidratación por lo que se debe ingerir abundante agua o jugos de frutas, sopas, etcétera. Debemos recordar que son enfermedades virales por lo que la utilización de antibióticos no tiene asidero ni sentido.

En caso de dolor intenso o fiebre se puede tomar paracetamol. De todos modos, lo más conveniente es consultar al médico para que él indique el tratamiento adecuado. Estas enfermedades virales no tienen un tratamiento antiviral específico; solo se tratan los síntomas y se hace un seguimiento estricto de los pacientes.

Además, es necesario destacar que no existe el contagio de persona a persona, ni a través de objetos, ni por vía oral o respiratoria (la transmisión por vía sexual no cuenta con el suficiente soporte científico para darlo por hecho). El virus persiste en la naturaleza mediante el ciclo de transmisión hombre – mosquito – hombre. Este ciclo se cumple cuando el mosquito hembra se alimenta con sangre de una persona infectada, y tras un período de 8 a 12 días pica a una persona sana.

Estos mosquitos, Aedes Aegypti y Aedes Albopictus, suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Aedes aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.


Fuente: REC –Reporte Epidemiológico de Córdoba-, Ministerio de Salud de la Nación y Departamento de Prensa y Difusión del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires.

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