Minneapolis despide con olor a multitud y deseo de justicia a George Floyd
La ciudad de Minneapolis ha comenzado a darle un sentido adiós a George Floyd. Este jueves se realizó el funeral del ciudadano afroamericano asesinado por el policía Dereck Chauvin. Cientos de personas se hicieron presente para rendir un homenaje a Floyd: nuevo símbolo de la lucha contra el racismo. De hecho, su deceso fue relacionado a este grave problema social. “A George Floyd lo mató la pandemia del racismo y la discriminación”, sostuvo Benjamin Crump, el abogado y amigo de la familia en el podio del primer acto en memoria.
“Este no es un funeral normal, ni son circunstancias normales, pero la causa es muy común”, lamentó el reverendo afroamericano Al Sharpton, en el servicio celebrado en Minneapolis. “George Floyd no murió por una enfermedad, murió por el mal funcionamiento de la policía en este país”, agregó. “La historia de George Floyd es la historia del hombre negro en Estados Unidos desde hace 401 años”, afirmó. El activista sostuvo que la comunidad afroamericana puede hacer lo mismo que los blancos, “pero no podemos quitarnos la rodilla del cuello”.
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Dos oficiales, incluido el jefe policial de Minneapolis, Medaria Arradondo, hincaron sus rodillas al pasar el féretro. Además de los familiares y cercanos, las principales autoridades del Estado de Minnesota han llegado hasta la North Central University. Miles de asistentes, según medios locales, aguardaron fuera para presentar sus condolencias.
Al acabar la ceremonia, los asistentes guardaron silencio por ocho minutos y 46 segundos, el tiempo que el policía clavó su rodilla en el cuello de Floyd. Una protesta a la crueldad mostrada en las redes sociales contra este afroamericano de 46 años.
Sin embargo, el funeral de George Floyd realizado en Minneapolis también se repitió en otros puntos de Estados Unidos. En Brooklyn (Nueva York), también hubo una multitudinaria vigilia liderada por un hermano de Floyd, Terrence, quien aseguró que George “tocó muchos corazones”, y toda la gente que lo ha honrado “es un testimonio de ello”. Para el sábado está programado un acto en Raeford, Carolina del Norte, donde nació, y el próximo martes se instalará un velatorio en Houston, en el Estado de Texas, donde vive su familia. Al día siguiente, martes, será el funeral privado.
La brutal muerte de Floyd ha provocado una ola de protestas que ha dejado la propagación del coronavirus en un segundo plano en los Estados Unidos, epicentro de la pandemia. Una de las secuelas más dolorosas de la crisis sanitaria ha sido que los funerales del ciudadano afroamericano se han tenido que celebrar a distancia para evitar la propagación del virus, que -por cierto- también ha puesto al descubierto otra arista de las desigualdades sociales y económicas que afectan a la comunidad negra: el 13,4% de esta población ha resultado vulnerable a la enfermedad. @mundiario
