'Caso Marta del Castillo': ¿Miente o dice la verdad Miguel Carcaño en su última carta?

Carta de Miguel Carcaño a su hermano, antes de ofrecer su última versión sobre lo ocurrido la noche de la muerte de Marta del Castillo
Carta de Miguel Carcaño a su hermano, antes de ofrecer su última versión sobre lo ocurrido la noche de la muerte de Marta del Castillo.

El criminólogo y criminalista forense Luis Alamancos analiza en exclusiva para MUNDiARIO la última carta de Carcaño antes de ofrecer su nueva versión sobre lo acontecido a Marta del Castillo.

'Caso Marta del Castillo': ¿Miente o dice la verdad Miguel Carcaño en su última carta?

En exclusiva para los lectores de MUNDIARIO, hemos realizado el análisis de la última carta escrita por Miguel Carcaño, antes de ofrecer su última versión sobre lo acontecido a la joven Marta del Castillo.

 

A pesar de que la personalidad del sujeto es la de un individiduo acostumbrado a mentir, oposicionista y algo infantil, la conclusión final del estudio resulta sorprendente.

El margen superior pequeño y el izquierdo ensanchándose nos indican un buen grado de identificación con el destinatario de la carta, así como una comunicación abierta.

La firma situada a la izquierda denota introversión. El grafema inicial es propio de una clara influencia paterna, que tacha parte de su propio yo. No obstante, el sujeto posee un buen autoconcepto, así una rica imaginación, con punto en forma de media luna. El trazo monolineal correspondiente a la “g”, habla de la represión sexual que ejerce sobre sí el individuo a todos los niveles y además, cierta huida de la realidad.

Los grafemas finales hacia abajo y la dirección de texto y firma, indican que el individuo busca beneficios materiales que cree que puede lograr en el momento del escrito. La sinuosidad con la que se escriben los caracteres, nos advierte que es trata de un individuo que carece de normas y principios con los cuales se identifique. Posee un criterio dúctil y acomodaticio, diciendo a su interlocutor lo que éste quiere oír, sin importarle si está o no de acuerdo con lo dicho. Es propio de los personajes conocidos como “chaqueteros”.

La dirección de las palabras es totalmente variable en el escrito. Dándose en una misma palabra, letras inclinadas e invertidas. Esto representa un deseo de llamar la atención, de destacar. Añadiendo también un componente de rebeldía e infantilismo al escrito. Esta rebeldía y oposicionismo, lo comprobamos también en otros grafemas, como el travesaño ascendente de la T inicial.

Se aprecian signos de voluntad baja y vitalidad insuficiente, así como cierta preocupación en algunas líneas, que puede ser coherente con lo que el sujeto manifiesta en la parte central de su escrito. También la separación en el margen izquierdo es propia de temor ante el futuro. 

La palabra “sitio” está escrita con grafemas desligados y mucho más legibles que los inmediatamente anteriores. El individuo muestra deseos de “hacerse entender”.

Hay palabras que tienen para el sujeto una implicación emocional clara. De este modo, se aprecia un temblor al escribir la palabra Marta, con la que termina el escrito. También hay signos de agresividad en el trazo final del verbo “contar”.

¿La verdad? 
El escrito termina con una “barrera” de dos líneas, realizada en forma de saludo final y un “lapsus” que traduce el lenguaje coloquial al escrito (terminez, por termines), lo que reforzaría la espontaneidad del mismo.
En esta ocasión y según los parámetros grafoanalíticos analizados, estamos ante un individuo que cree que esta última versión que va a dar sobre lo acontecido con la joven Marta del Castillo, al menos para él, es la verdad.

 

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