En las microhistorias se encuentran las hazañas más colosales

Feliz 2019. / FrAn LaReo para Mundiario
Feliz 2019. / FrAn LaReo para Mundiario

Esperamos este nuevo año con los brazos abiertos, y brindamos por que siempre pueda mejorar el anterior, sea este como haya sido. Feliz 2019.

En las microhistorias se encuentran las hazañas más colosales

Los seres humanos, esta especie tan confusa y atolondrada que habita el planeta Tierra, necesitamos marcar una línea, una frontera que nos separe de lo que fue y de lo que ha de llegar. El deseo por que las cosas mejoren, esa ilusión ciega en el mañana, que ahora mismo está llamando a las puertas con un nuevo año, es algo inherente a nuestra naturaleza, a nuestro instinto de supervivencia.

Estamos programados para no dejarnos abatir, para luchar hasta el final, para morir con las botas puestas. Hasta en los momentos más duros, esos en los que la enfermedad cae a degüello sobre alguno de los nuestros, hemos visto cómo el coraje frenaba momentáneamente el hambre de la muerte. No lo digo yo, hay cientos de noticias que hablan sobre ello: las personas tiramos hacia delante, siempre. Incluso en las circunstancias más adversas o imposibles sacamos la fuerza de algún lugar milagroso que no sabíamos ni que existía.Asier Sanz, Bilbao opt

Felicitación navideña. / Asier Sanz, Bilbao.

Resulta admirable (porque decir trágico es una obviedad) la valentía de los que saltan vallas, de los que cruzan mares o caminos infernales, de los que se juegan la vida, llevando a la espalda una mochila cargada de quilos de rabia pero también de esperanza en un futuro decente. Saber que somos capaces de eso como raza, de enfrentarnos a cuerpo descubierto contra el abismo y la incertidumbre, tendría que ser motivo suficiente para que, como mínimo, todos los que se atreven a ello fueran dignos de respeto.

De hecho, es normalmente en las microhistorias donde encontramos las hazañas más colosales. Cualquiera de nosotros conoce alguna anécdota mínima, pero repleta de lucha, que podría ser digna de un guion de Hollywood. No suelen ser los poderosos los que tienen agallas sino los invisibles, aquellos que nunca tendrán una estatua con su nombre.

Y por eso seguimos, aquí, tenaces e imbatibles, cada uno empujando el carro de sus sueños, grandes o pequeños, necesarios para que esta vida pueda seguir siendo vivida. Por eso esperamos este nuevo año con los brazos abiertos, y brindamos por que siempre pueda mejorar el anterior, sea este como haya sido. Porque así somos, una especie atolondrada y confusa pero destinada, irremediablemente, a sobrevivir. Feliz 2019. @mundiario

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