En México se desata la polémica por la política de detección de casos por coronavirus

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. RR SS.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. RR SS.
La Administración de López Obrador ha recibido críticas debido a han retrocedido en su estrategia para distribuir de forma masiva las pruebas para la población. La curva de contagiados y muertos no baja en el país azteca. 
En México se desata la polémica por la política de detección de casos por coronavirus

En México se ha desatado un polémica en plena pandemia de la Covid-19. A las cifras que reportan cerca de 155 mil infectados y 18.130 fallecidos, ahora se suma un evidente retroceso en la política de distribución de forma masiva de las pruebas de despitaje (rápidas y moleculares) a la población. Ello ha provocado que el régimen de Andrés Manuel López Obrador pierda apoyo político.

La cara visible de la lucha contra la epidemia en el país, el viceministro de Salud, Hugo López-Gatell, evitó repetidamente las pruebas masivas argumentando que se hizo un mejor uso de los recursos para, entre otras cosas, incrementar el número de camas para los pacientes del virus. Sin embargo, el funcionario obvio que la curva de positivos y la tasa de letalidad no se aplanan y siguen en alza. 

La incertidumbre sobre la pandemia ha ayudado a revivir a la oposición, debilitada tras las elecciones de 2018 que entronizaron a López Obrador en el poder. Ello ha provocado que impulsen el uso cada vez mayor de instalaciones médicas privadas para aumentar la capacidad de pruebas que ha significado que los datos federales de coronavirus ya no reflejan completamente la situación en México.

En los estados Nuevo León y Coahuila han realizado más de 40,000 pruebas y confirmado 3,000 casos no reportados por las cifras federales, según registros oficiales. Ciudad de México, una de las más pobladas del mundo y administrada por el oficialista Morena, también está probando más para ayudar a rastrear casos y aislar a los portadores asintomáticos, dijo la ministra de Salud, Oliva López. 

La estrategia inicial de México fue utilizar el llamado Modelo Centinela establecido en 2006 para rastrear enfermedades similares a la influenza estacional a través de una red de 475 estaciones de monitoreo. El modelo, explicó López-Gatell, permitió a México hacer proyecciones con datos parciales como una “encuesta de opinión”. Pero la estrategia no fue diseñada para el nuevo virus, ni esas estaciones pudieron dar una visión general representativa de México, según indican los expertos.

El 3 de junio, dos días después de que comenzó una salida gradual del confinamiento, México registró su mayor número de muertes diarias, 1,092, que autoridades achacaron a una actualización de muertes previas no registradas. Por eso se ha señalado que el país norteamericano tiene una de las tasas de pruebas más bajas entre las principales economías. @mundiario

Comentarios