México aprueba la creación de un órgano para identificar a personas desaparecidas

Desaparecidos en México. / Twitter
Desaparecidos en México. / Twitter

El pleno del Congreso ha aprobado la creación de un Centro de Identificación Humana para aliviar el congestionamiento de los servicios forenses mexicanos.

México aprueba la creación de un órgano para identificar a personas desaparecidas

El pleno de la Cámara de Diputados de México, ha aprobado por unanimidad de voto de sus 489 parlamentarios, la creación de un Centro Nacional de Identificación Humana, una iniciativa que persigue aliviar el colapso y la sobreocupación de los servicios forenses del país azteca, a través de la identificación de los cuerpos de las personas desaparecidas.

El proyecto fue diseñado por los integrantes de las Comisiones Unidas de Justicia y Derechos Humanos del Congreso, cuyos 54 miembros respaldaron la conformación de este mecanismo, que será una unidad administrativa, con independencia técnico-científica, adscrita a la Comisión Nacional de Búsqueda, cuyas labores se han visto obstaculizadas en los últimos años con el aumento de la violencia y la falta de recursos que el Estado destina a los servicios de búsqueda.

De acuerdo con el texto aprobado, el Centro de Identificación tendrá competencia en todo el territorio nacional, y no reemplazará a los servicios forenses de los hospitales, las universidades o las fiscalías, sino que funcionará como un sistema aparte enfocado en la identificación “individualizada o generalizada” de los cuerpos de las personas desaparecidas y no localizadas, en un intento por descongestionar los servicios. Sin embargo, para entrar en vigor se necesita el aval del Senado, aunque se espera que salga adelante.

La crisis de la desaparición azota México

La diputada Minerva Carrasco, recordó que el mes pasado, el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF), había reconocido que en México hay actualmente 52 mil cadáveres o restos óseos sin identificar que obstruyen, de los cuales el 71 % se concentra en los estados Baja California, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León, además de la Ciudad de México.

En noviembre de 2021, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas que lleva a cabo la Comisión Nacional de Búsqueda, informó de que en el país azteca hay al menos 99 mil 231 personas cuyo paradero es desconocido. En la exposición de motivos del dictamen en el Parlamento, se explicó que hasta 2019, a nivel nacional sólo existían 217 laboratorio y 263 anfiteatros destinados a la identificación de personas.

Mientras tanto, los congresistas recordaron que la mayoría de los estados del país sólo pueden reconocer el 20 % de los cuerpos que reciben, y que las instalaciones destinadas a almacenarlos (no solamente morgues de hospitales), padecen de una sobreocupación en torno al 40 %.

Por su parte, el Comité Contra las Desapariciones Forzadas (CED) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) había advertido de que “en las actuales condiciones serían necesarios 120 años para identificarlos” a todos los cuerpos, sin contar con los nuevos datos reportados cada día y el subregistro de migrantes y refugiados, cuyas condiciones de extrema vulnerabilidad se ven reflejadas en la opacidad que embarga a las autoridades mexicanas para llevar investigaciones para los extranjeros.

¿Qué conlleva la creación de este mecanismo de identificación?

Mientras la Comisión Nacional de Búsqueda seguirá enfocándose en localizar a las personas desaparecidas, especialmente aquellos cuyos indicios supongan que continúan con vida, el Centro Nacional de Identificación Humana, según los legisladores mexicanos “recuperar. recolectar, resguardar, trasladar, transportar y analizar los cuerpos, restos humanos y muestras óseas con fines de procesamiento genético”.

En este sentido, también tendría atribuciones para diseñar, ejecutar y dar seguimiento a las acciones de búsqueda forense, además de trabajar en conjunto con las Comisiones Locales, la Fiscalía, las Fiscalías Especializadas y las instituciones que presten servicios forenses.

Además, el documento permitirá que los familiares y allegados de los desaparecidos puedan cumplir tareas en su investigación, dado que, ante la inacción del Estado, las madres y hermanos son generalmente quienes asumen las labores de búsqueda de sus familiares. Pero el texto también contempla la participación de colectivos y de organizaciones civiles, que son las plataformas en las que estas personas se apoyan para investigar el paradero de las víctimas. @mundiario

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