Un metro de separación en farmacias y centros de trabajo es clave frente al coronavirus

Algunas empresas o locales están priorizando sus esfuerzos en cuestiones económicas tales como analizar la rentabilidad de sus productos o servicios, facturar los importes pendientes o gestionar las deudas, en lugar de centrarse en tareas de prevención destinadas a evitar la propagación del virus. De la teoría a la práctica, como ocurre siempre, hay mucha diferencia.

Tareas como separar las mesas de los empleados, poner una cuerda de separación de un metro para que los clientes guarden las distancias con el personal farmacéutico o poner en los medios de transporte recomendaciones para que los viajeros se mantengan a un metro de distancia es más efectivo en los casos de contagio de un virus en una sociedad, que atender con la máxima urgencia aspectos relacionados con otras cuestiones. Tenemos que tener en cuenta que algunas personas pueden tener la enfermedad, pero no desarrollar los síntomas, con lo que pueden transmitirla.

Muchas de estas acciones preventivas no se están llevando a cabo en muchos lugares y, desde mi punto de vista, es un grave error. La salud de las personas es lo primero y, además, la experiencia en los proyectos de gestión del cambio demuestra que todas las tareas que se prioricen para prevenir los riesgos y salvaguardar la salud y el conocimiento de los principales recursos de una empresa, sus empleados, son esenciales y enormemente beneficiosas. Desde el punto de vista de la productividad, centrar los esfuerzos en actividades de negocio y posponer la puesta en marcha de medidas preventivas frente a un contagio conlleva consecuencias muy negativas, como la pérdida del saber hacer de los trabajadores de la empresa, un activo difícilmente reemplazable a corto plazo. 

Actualmente nos encontramos en una situación difícil por la falta de previsión que ha existido y en Madrid es muy difícil encontrar geles hidroalcohólicos, que son los más adecuados, así como mascarillas. Las escasas farmacias que actualmente disponen de ellas suelen dar un número muy limitado. Esta circunstancia incrementa aún más la importancia de tomar medidas como separar las mesas, guardar un metro de seguridad o dos si se observa algún síntoma, no compartir objetos de trabajo como bolígrafos o facilitar el acceso a lugares comunes como comedores o salas de reuniones dejando, si es posible, las puertas abiertas.

Esta última medida, que es muy útil frente a una pandemia, la ha puesto en práctica Metro de Madrid de forma muy eficaz en las salidas o entradas de las estaciones para que los pasajeros no las toquen frecuentemente.

Aprender de la experiencia e implementar medidas que ha resultado útiles en otros países como reforzar la limpieza y desinfección de pasamanos en las escaleras, pomos o tiradores de puertas, botones de los ascensores, máquinas expendedoras de refrescos, móviles de empresa o de las bandejas de las impresoras pueden resultar también muy positivo. @mundiario