Este mes se cumplieron 42 años del asesinato del cantante chileno Víctor Jara

Víctor Jara rodeado de niños. / Fundación Victor Jara
Víctor Jara rodeado de niños. / Fundación Victor Jara

Era el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe de Es­tado contra el presidente socialista Salvador Allende, y el trovador vivía sus últimas horas en el estadio Chile.

Este mes se cumplieron 42 años del asesinato del cantante chileno Víctor Jara

Era el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe de Es­tado contra el presidente socialista Salvador Allende, y el trovador vivía sus últimas horas en el estadio Chile.

Ya han pasado 42 años del asesinato de Víctor Jara pero el mundo le recuerda como siempre, tal vez de modo especial en América Latina y España. Con las manos destrozadas por las palizas, el popular cantautor chileno escribió sus últimos versos a lápiz en una libreta que en­tregó a uno de sus compañeros y que hoy conserva la Fun­dación Jara: “¡Canto, qué mal me sa­les / cu­ando tengo que cantar espanto! / Espanto como el que vivo / como el que muero, espanto”.

Era el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe de Es­tado contra el presidente socialista Salvador Allende, y el trovador vivía sus últimas horas en el estadio Chile, uno de los símbolos más si­niestros de la dictadura de Au­gus­to Pinochet.

La canción más emblemática de Víctor Jara.

 

Víctor Jara murió tras ser golpeado y acribillado a balazos. En su cuerpo se hallaron más de 40 disparos. El tiro que acabó con su vida fue el que recibió en la nuca, casi a quemarropa. El estadio Chile, hoy estadio Víc­tor Jara, sería todavía testigo mu­do de muchos más horrores en los co­mienzos del régimen pinochetista (1973-1990).

Un juez de Florida (EE UU) ordenó recientemente que el hombre identificado como su asesino, Pedro Pa­blo Ba­rrientos, responda ante la justicia por cargos de tortura y ejecución extrajudicial.

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