Meditar ayuda a reducir la sensación de dolor físico

Proceso de meditación. / Pexels.
Proceso de meditación

La práctica habitual de la meditación es sinónimo de alivio del dolor físico, según un estudio llevado a cabo por el Wake Forest Baptist Medical Center

Meditar ayuda a reducir la sensación de dolor físico

El dolor que aparece como consecuencia de un golpe o tropiezo, desaparece o se ve aliviado con la producción natural de opioides. Esta es la manera que tiene el ser humano de bloquear el dolor cuando este se convierte en insoportable. No obstante, parece ser que la meditación quiere hacerse hueco en esta lucha contra el dolor físico y también consigue aliviar sus efectos.

Esta es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Wake Forest Baptist Medical Center de Estados Unidos tras analizar la respuesta al dolor de 78 individuos. Este número de voluntarios se dividió en dos grupos, siéndole suministrado a uno de ellos un medicamento denominado naloxona que anula la producción de opiodes, y al otro un placebo salino. Todos ellos, independientemente de lo que les fue proporcionado, debían practicar 20 minutos diarios de meditación durante los 4 días que duró el estudio. Una vez transcurrido este periodo de tiempo fueron expuestos a una sonda calentada a 49 grados centígrados, lo que les debía producir altos niveles de dolor.

Tras ser sometidos a esta prueba, debían responder a un cuestionario con el que evaluar el dolor que habían sentido. Aquellos que aun habiendo tomado naloxona, y que por lo tanto no habían podido contar con los bloqueadores naturales del dolor, habían meditado, experimentaban una reducción del dolor del 24%. De esto se desprende, que la práctica de la meditación contribuye a aliviar los efectos del dolor físico incluso en aquellos casos en los que no se puede contar con los bloqueadores naturales del dolor.

La práctica de la meditación puede servir de ayuda a la hora de paliar los efectos del dolor crónico presentes en muchas enfermedades.

Los resultados, publicados en Journal of Neuroscience, añaden más beneficios a una práctica que ya resulta beneficiosa para salud del ser humano y, al mismo tiempo, abren una vía de investigación de cara a la paliación del dolor crónico que surge como consecuencia de muchas enfermedades. En palabras del Doctor Fadel Zeidan, responsable del estudio, este hallazgo “podría ser importante para los millones de personas que sufren de dolor crónico que buscan una terapia de acción rápida, no basada en opiáceos para aliviar su dolor”

En definitiva, este estudio, verdaderamente interesante, nos confirma la máxima mens sana in corpore sano y nos recuerda que la meditación, herramienta indispensable para mantener una buena salud mental, dada la íntima relación entre salud mental y física, también lo es para el mantenimiento y la mejora de la salud física. Por lo tanto, meditemos.

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