Hay medicamentos y sustancias químicas que causan efectos adversos en la naturaleza

Medicamentos.
Medicamentos.

Deberíamos concienciarnos más sobre el uso de medicamentos usados en medicina humana y que al usarlos en medicina veterinaria pueden tener efectos adversos sobre la salud humana.

Hay medicamentos y sustancias químicas que causan efectos adversos en la naturaleza

Recientemente, algunos científicos, con sensibilidad por la conservación de la naturaleza, han mostrado su preocupación por los efectos letales, en pequeñísimas dosis de un medicamento muy usado en medicina humana, el Diclofenac, sobre el buitre leonado, carroñero prácticamente extinguido en casi toda Europa salvo en España, con abundantes colonias principalmente en la región extremeña.

Su principal alimento son animales muertos, con lo cual ejerce una importantísima labor  de limpieza en las zonas donde habita; aparte de obsequiarnos con su espectacular belleza en pleno vuelo que con su envergadura puede llegar a 2 metros.

Si cualquier animal, grande o pequeño que hubiese sido tratado con Diclofenac fallece y sirve de alimento a una colonia de buitres leonados, puede producir la muerte instantánea de la colonia entera, pues bastan pequeñísimas dosis para ser letal en esta especie. De ahí la gran preocupación de los investigadores, por que este producto pueda ser usado en medicina veterinaria y su demanda de que la autoridades de los distintos países tomen buena nota de ello para evitar que desaparezca esta especie, donde todavía se conserva.

Otro ejemplo es el caso de las abejas, tan necesarias no sólo en la producción de miel sino en la polinización  de muchas especies vegetales, sin cuya colaboración sería muy difícil su existencia. Pues bien, están desapareciendo en muchos lugares, considerando su principal causa el uso masivo de determinados plaguicidas e insecticidas, y cuatro de ellos han sido prohibidos cautelarmente por un periodo de dos años por la comisión europea, dada la urgencia del tema. Greenpeace pide que esa supresión sea definitiva.

Todos conocemos el famoso DDT - diclorodifeniltricloroetano- insecticida descubierto en 1939 por un químico suizo y afortunadamente prohibido en casi todos los países desde 1966. Insecticida, se  usó masivamente en todo el mundo para combatir con eficacia plagas como el escarabajo de la patata, pulgas, chinches y demás. Hasta qué se conocieron los efectos nocivos sobre la salud humana.

Este insecticida, cuya molécula no se destruye fácilmente, pasa con facilidad de unos organismos a otros. En su día, se descubrió que el hígado de muchos pescados del mar del Norte contenían considerables cantidades de DDT al ser liposoluble y no destruible. Ello era debido a que las aguas del caudaloso Rhin después de atravesar media Europa, eran portadoras del producto recogido en los patatales ubicados en los frondosos valles, donde se usaba masivamente para combatir esa temible plaga llamada escarabajo de la patata. Así, el hombre al comer pescados del mar del Norte, sin saberlo iba ingiriendo poco a poco pequeñas cantidades del famoso insecticida y se iban acumulando en su hígado. Afortunadamente se descubrió a tiempo y se evitó una catástrofe silenciosa en la especie humana.

Deberíamos concienciarnos más sobre el uso de medicamentos usados en medicina humana y que al usarlos en medicina veterinaria pueden tener efectos adversos sobre la salud humana. De ahí hoy en día tan en boga los alimentos ecológicos. En algún país del norte de Europa hay cultivos ecológicos de tomates en invernaderos, cuyas plagas de pulgones son combatidas, no con insecticidas sino con abejas cuyas colmenas se ponen temporalmente en los lugares adecuados del invernadero.

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