La matanza de Buffalo: la letal combinación de las armas y el racismo

La policía de Búfalo en la zona del tiroteo. Twitter
La policía de Búfalo en la zona del tiroteo en una tienda de la cadena de supermercados Tops. / Twitter

El 11 de mayo, un joven supremacista blanco asesinó a tiros a 10 personas de la raza negra en un supermercado en el norte del estado de Nueva York.

La matanza de Buffalo: la letal combinación de las armas y el racismo

Dos males que plagan a Estados Unidos –el racismo y el fácil acceso a las armas de fuego– estallaron el sábado 14 de mayo en la ciudad de Buffalo, en el norte del estado de Nueva York.

En esa ciudad, fronteriza con Canadá, las minorías superan en número a los blancos no hispanos, y los afroamericanos suman más del 35 por ciento de la población, según el Censo de 2020.

Precisamente la alta concentración de afroamericanos en Buffalo fue lo que hizo que un joven supremacista blanco de 18 años de edad, Payton S. Gendron, la eligiera para descargar su odio racial. En la tarde del sábado pasado, irrumpió en el supermercado Tops Friendly Market, llevando un chaleco blindado y un casco, y abrió fuego con un fusil AR-15, adquirido legalmente en una tienda del estado de Nueva York, pero al que había colocado un cargador con 30 balas, que no es legal en ese estado. En su auto tenía otro fusil y una escopeta. La matanza dejó un saldo de 10 muertos, todos afroamericanos, y tres heridos.

Una frase racista en las armas

Gendron se rindió cuando llegó la policía. De no haber sido detenido, probablemente habría continuado la matanza en otros lugares de la misma calle. En sus armas había inscrito la frase “White Lives Matter” (Las Vidas de los Blancos Importan), en una reacción racista al lema “Black Lives Matter” (Las Vidas de los Negros Importan), la frase utilizada en las protestas contra el racismo y la violencia policial contra los afroamericanos.

Las publicaciones de Gendron en los medios sociales indican que el joven, que se declaró supremacista blanco y antisemita, llevaba meses planeando el ataque. Incluso visitó varias veces el supermercado, situado en un barrio de población mayoritariamente afroamericana, para conocer su trazado y las horas del día en que había más clientes.

La policía también encontró un manifiesto de 180 páginas redactado por el asesino, en el cual suscribía la teoría del “gran reemplazo”. Esta teoría racista expone que la población blanca no hispana de Estados Unidos está siendo sustituida por personas de otras razas y etnias. Comentaristas de derecha, entre ellos Tucker Carlson, un famoso presentador de la cadena de tendencia conservadora Fox News, han popularizado la teoría del reemplazo. A eso se añade el mensaje alarmista de los republicanos de que se está produciendo una invasión de indocumentados por la frontera con México. El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha amenazado con declarar una invasión en la frontera del río Grande, echando más leña al fuego del racismo y creando un conflicto con el gobierno federal, presidido por el demócrata Joe Biden.

La facilidad para adquirir armas de fuego en Estados Unidos –donde hay más armas en manos de civiles que habitantes– fue otro detonante de la masacre de Buffalo. Gendron no tuvo dificultades para adquirir dos fusiles y una escopeta, a pesar de que hacía unos años había estado en la mira de la policía por una referencia a un “asesinato-suicidio” que las autoridades escolares consideraron “siniestra”.

Una enmienda constitucional absurda

Según su interpretación más frecuente, la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense da a los ciudadanos el derecho de tener y portar armas de fuego. Sus defensores alegan que la enmienda permite a los norteamericanos estar armados para oponerse a una invasión extranjera o a un gobierno que se convierta en una tiranía. La realidad es que la absurda cantidad de armas en manos de la población estadounidense no ha sido usada para nada de eso, sino que ha causado que Estados Unidos tenga un índice de crímenes cometidos con armas de fuego muy superior al de cualquier otro país industrializado. Como apunté en un artículo recientemente publicado en MUNDIARIO, en Estados Unidos han muerto por arma de fuego 12,21 personas por cada 100.000 habitantes en 2022. A manera de comparación, la proporción en España es de 0,62, y en el Reino Unido de 0,23.

La combinación del racismo y la Segunda Enmienda es una amenaza letal para la sociedad, como lamentablemente demostró la matanza de Buffalo, entre muchos otros crímenes de odio.


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