El marido de la heredera de Inditex abandona el hogar conyugal
El jinete niega que exista ruptura o crisis a la vista y comenta que la separación se debe a que ambos debían participar en el Vilamoura Champions Tour 2014.
El jinete niega que exista ruptura o crisis a la vista y comenta que la separación se debe a que ambos debían participar en el Vilamoura Champions Tour 2014.
El jinete Sergio Álvarez Moya dejó A Coruña hace alrededor de diez días, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de su entorno más próximo. Es probable que como reza la canción se les acabara el amor de tanto usarlo, pero parece ser que ha sido por todo lo contrario y la distancia la que ha terminado por separar a esta pareja de forma definitiva, a pesar de que en realidad no se saben las razones que de entrada niegan ambas partes, pero sin lugar a dudas, el marido de Marta ha abandonado el hogar conyugal.
La hija de Amancio Ortega, el todo poderoso dueño de Inditex, una de las mayores fortunas del planeta Tierra también tiene problemas del corazón, y es que ser la mujer más rica de Europa o una de las más ricas del mundo no te salva ni de un apuro.
Se casaron en el pazo familiar de Anceis, en Cambre (A Coruña), en una boda tan discreta como lo está siendo la que se presupone ya como anuncio de una separación inminente, no sabemos si se están dando un tiempo pero Sergio Álvarez Moya ya se ha instalado en casa de sus padres, trasladando sus caballos personal y derivados de Casas Novas, la hípica propiedad de los Ortega, a las propias situadas en Gijón, en el vecino Principado de Asturias.
El jinete niega que exista ruptura o crisis a la vista y comenta que la separación se debe a que ambos debían participar en el Vilamoura Champions Tour 2014, que se celebra entre el 2 y el 5 de octubre en Vilamoura, Portugal. Algo que por otro lado no tiene mucho sentido, sabiendo todo el entorno que hace no mucho lograron superar una crisis de un nivel más controlable.
Desde que el 5 de marzo de 2013 naciese el pequeño Amancio, el hijo de ambos, Marta Ortega se ha dedicado a cuidar del pequeño, mientras su marido viajaba permanentemente a otros países, algo que ha resultado decisivo para provocar unas grietas en la relación que anuncian terremoto emocional.
