El mar, las olas y los reflejos cotidianos, en la expo fotográfica de Víctor Echave

Reflejos /  Víctor Echave
Reflejos. / Víctor Echave

Lejos de la vorágine de la prensa diaria, el fotorreportero Víctor Echave nos ofrece en "Reflejos de Mar", una mirada sosegada y bella.

El mar, las olas y los reflejos cotidianos, en la expo fotográfica de Víctor Echave

Lejos de la vorágine de la prensa diaria, el fotorreportero Víctor Echave nos ofrece en "Reflejos de Mar", una mirada sosegada y bella.

Cada fotógrafo tiene su mirada. Captar una imagen es detenerse en un instante preciso, en un hecho en particular que no se repetirá. “Reflejos de Mar” es el título de la exposición del fotoperiodista coruñés Víctor Echave que inaugura este martes 10 de febrero en el Casino Atlantico de A Coruña, en los Jardines de Méndez Nuñez. De este autor, con años de experiencia en diversos medios, y que hoy es el jefe de la sección de fotografía de La Opinión de A Coruña, ya conocíamos su estilo con mucha retranca gallega, donde el humor, la ironía y la picaresca, están presentes en sus obras, demoliendo la mirada oficial y encartonada.

Ahora las prisas por  tomar las imágenes debido al cierre de la edición del periódico, dejan paso a algo más  tranquilo, sosegado  y bello, al captar el mar, la luz, el color, que se reflejan en el agua y que Echave ha “descubierto” de una forma singular para satisfacción de los que admiran el arte más contemporáneo, y que hoy todo el mundo practica con las cámaras de  los teléfonos digitales.

¿Cuántas veces esos reflejos nos han asaltado y sorprendido? La clave de este trabajo de Echave está en sacar partido a unas imágenes muchas veces pictóricas, surrealistas, “inventadas”,  que la propia naturaleza y la vida misma nos ofrecen en ocasiones de forma poética. Esta vez es el mar, las olas, las combinaciones de colores insospechados, los reflejos de siluetas y figuras imaginadas, que se alinean con el lente de su cámara y que son capturadas, para recrear un mundo onírico e imaginativo. Esa es la característica del arte. La apreciación de estas obras nos emociona y nos transporta a los más variados pensamientos.

Al igual que el autor que nos ocupa, todos los fotoperiodistas tienen imágenes captadas, no en el ámbito de obligaciones laborales, sino en sus ratos libres, en momentos de relax, que seguramente tienen un valor apreciable, y desde MUNDIARIO consideramos que es preciso que también puedan ser apreciadas por el gran público.

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