El mal uso del medicamento representa la cuarta causa de muerte

Por un uso racional del medicamento
Campaña en Argentina por un uso racional del medicamento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido a pacientes y especialistas de que el mal uso del medicamento representa la cuarta causa de muerte en el mundo.

El mal uso del medicamento representa la cuarta causa de muerte

Al medicamento lo podríamos definir como un principio activo, o conjunto de ellos, que forma parte de una forma farmacéutica (comprimidos, gotas, jarabes, etc.), y que está destinado para su uso en animales o humanos, con el fin de prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar enfermedades, síntomas o estados patológicos. Es un bien creado por el hombre para mejorar su calidad de vida, por lo que estaría fuera de cualquier mente, de buena voluntad, en pensar utilizarlo en un fin que no sea para el que fue creado; sin embargo, esto parece no ser así y los hechos lo demuestran.

En Argentina, a través del decreto Nº 2284/91 de desregulación económica, del Dr. Domingo Cavallo, se permitió que al medicamento se lo considere una simple mercancía, brindando a los oportunistas que nunca faltan el marco perfecto para desarrollar sus actividades, ocasionando todos los daños que fueron de público conocimiento (venta de fármacos en lugares impensados, la mafia de los medicamentos, etc.).

A pesar de esto, y gracias al esfuerzo del sector farmacéutico, acompañado por una fracción de la política, se intentó revertir la situación con la sanción de la Ley Nacional Nº 26.567 (http://www.cofaer.org.ar/userfiles/file/Ley_26567.pdf), una norma que pretende racionalizar el uso del fármaco, incluidos los denominados de venta libre, al determinar que sean dispensados solo en farmacias habilitadas.

La intención plural es legislar a favor de los intereses sanitarios de la población, y en contra de simples acciones mercantilistas, pretendida por unos pocos, y que harían de este bien social un arma muy peligrosa.

En mi opinión, con la real aplicación de esta ley, en todo el territorio nacional, permitirá transparentar, en una mayor medida, el mercado de medicamentos.

Las autoridades sanitarias de todo el mundo están muy preocupadas por el creciente consumo de medicamentos, tomando los recaudos necesarios para favorecer que los mismos sean adquiridos en farmacias, y de hecho, esto es algo muy saludable que no se hace por un simple capricho, o, por que se quiera favorecer al sector farmacéutico, sino que está demostrado que de esa forma se garantiza la calidad de los productos que se adquieren, además, se evita la auto prescripción, alentándose la consulta al médico y como consecuencia se disminuye de forma significativa los daños a la salud de la población, reduciendo el gasto de la seguridad social.

Como consecuencia del mal uso de un medicamento, o porque el mismo este adulterado (trucho) alguien puede intoxicarse representando una carga importante para los servicios de urgencias u hospitales, por lo que es muy necesario prevenir; los argentinos estamos dentro de los 15 grandes consumidores de medicamentos, pensamos que todo lo podemos resolver con una pastilla, y esto es muy difícil de erradicar; paradójicamente el medicamento nació para sanar o curar, pero en nuestro país el mal consumo de medicamentos representa la 4ta causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares, oncológicas y respiratorias.

En mi cotidiano desempeño profesional observo que las personas viven intentando automedicarse, realizando sus diagnósticos; si les duele la cabeza inmediatamente utilizan un analgésico, sin tener en cuenta su edad, peso y estados patológicos preexistentes, los cuales pueden ser desestabilizados, y lo que es peor, es el caso de pacientes poli-medicados que utilizan, sin previa consulta, marcas diferentes con el mismo principio activo, solo por que se los sugirió su vecina, presentándose casos de intoxicaciones por exceso de dosis.

Otro ejemplo emblemático, que se puede citar, es el caso del ácido acetilsalicílico o  aspirina infantil, en donde muchos padres continúan intentando utilizarla en pediatría, desconociendo que su uso en cuadros febriles producidos por enfermedades virales, como varicela o gripe, muy difíciles de diferenciar con otras patologías de similar presentación, puede desencadenar en algunos niños sanos el Síndrome de Reye, caracterizado por  un daño cerebral súbito/agudo y problemas con la actividad hepática que los deja postrados.

Es muy evidente que asistimos a una cultura de la medicalización, a la que si le sumamos una cierta tibieza legal y/o falta de promoción de un uso racional del fármaco estaremos fomentando este consumo indiscriminado que terminará incrementando los bolsillos de los inescrupulosos que nunca faltan y en muertes innecesarias.

La OMS ha advertido que el uso indiscriminado de medicamentos es muy importante, a tal punto que el mal uso representa la cuarta causa de muerte en el mundo, reconociendo que el 50% de los fármacos se prescribe o se dispensa mal, lo que conduce a serias consecuencias para la salud individual y de todo el sistema sanitario.

Como profesional de la salud, y como habitante de este país, creo que es conveniente trabajar por un colectivo más saludable, actuando en congruencia con la leyes vigentes, resultando esencial que los consumidores contribuyan a la causa adquiriendo los medicamentos en los lugares habilitados para la dispensa, como son las farmacias, ya que en ellos encontrarán un profesional actualizado, que asumirá las conductas que correspondan para lograr resultados terapéuticos definidos y óptimos, mejorando la calidad de vida de sus clientes-pacientes.

Por lo expuesto, es importante recordar que si va a consumir un fármaco que sea prescripto por un médico, y si los va a comprar que sea en una farmacia; nunca los adquiera (ya sean de venta libre o de venta bajo receta) por la internet, correo, Obras Sociales, médicos sin escrúpulos, estaciones de servicios, kioscos, etc. 

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