El miércoles vivimos en Galicia el comienzo de una historia que no olvidaremos

Familiares de víctimas de la tragedia ferroviaria de Santiago / Xurxo Lobato
Familiares de víctimas de la tragedia ferroviaria de Santiago / Xurxo Lobato

Pero esta terrible historia tiene un rayo de luz que la atraviesa, de esquina a esquina, como lo hace la banda azul que cruza la bandera que da identidad a los gallegos.

El miércoles vivimos en Galicia el comienzo de una historia que no olvidaremos

Creo que todos nacemos con la capacidad de expresar magia, puede ser simplemente una forma de mirar, un tono de voz, la capacidad de transmitir confianza, y la de ayudar a los demás…esa que llega a convertirse en la mayor expresión de amor. Todos los lugares de la tierra poseen el regalo de abrigar entre sus rocas, sus mares, sus ríos, sus montes o entre los edificios de sus ciudades a personas así, esas que son especiales, los que no entienden más que de ser. Los que te sonríen si les miras aunque no te conozcan, los que se ofrecen a ayudarte si te ven cargado con mil cosas, los que te dan conversación en el avión porque intuyen que estás pasando un mal rato, los que intentan que te rías cuando estás triste, los que te ceden el paso, los que paran a preguntar si tienes algún problema si te encuentran parado en la carretera, los que no calculan la distancia que hay entre tú y ellos si se trata de consolar, ayudar, o hacer en lo más mínimo que te sientas mejor.

Esos que recogen la palabra empatía y la pasan por su corazón para ofrecértelo como garantía de que existen personas maravillosas, las que te dan lo que tienen a manos llenas, las que hacen que todo lo que nos rodea, tome siempre tonos distintos al negro, porque jamás te dejan solo. Sobrecogen las historias que se cuentan, de quienes en algún momento, en alguna situación límite fueron héroes, el instrumento de la ayuda convertido en las manos de la solución y la esperanza, en la fuerza cuando se la arrancas a tu cuerpo para ofrecérsela a otro, para cerrar tu mano con la de otro y pensar- tranquilo te voy a ayudar-.

El miércoles vivimos el comienzo de una historia que no olvidaremos, pero esta terrible historia tiene un rayo de luz que la atraviesa, de esquina a esquina, como lo hace la banda azul que cruza la bandera que da identidad a los gallegos, al igual que el bordón del Apóstol a modo de lanza y atravesando toda oscuridad, al que iban a festejar esa misma noche, aparecen ellos, los vecinos del pueblo de Angrois, ellos nos han atravesado con una luz tan clara y limpia nuestros corazones que lo único que hace que podamos sonreír levemente ante tanto dolor, es el testimonio de todos los que bajaron a socorrer a quienes lo necesitaban todo en ese moomento, porque se les empezaba a escapar la vida, y gracias a ellos consiguieron que algunas no se fueran, y atrapar al tiempo todas las nuestras con su ejemplo.

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