Los espacios públicos de titularidad privada, en riesgo de ser los espacios olvidados

Plaza Torres de San Diego, en la ciudad de A Coruña.
Plaza Torres de San Diego, en la ciudad de A Coruña.
Los espacios públicos de titularidad privada forman parte del paisaje urbano y contribuyen generalmente a ensombrecerlo, alerta la arquitecta Elena Sarmiento en un nuevo análisis para MUNDIARIO.
Los espacios públicos de titularidad privada, en riesgo de ser los espacios olvidados

Calles, plazas, parques y paseos públicos conforman la tipología tradicional de los espacios públicos de la ciudad. Estos espacios son los que le dan identidad y carácter a los núcleos urbanos.

El Espacio Público, lugar de relación, encuentro y convivencia entre personas, sirve para comunicar entre sí los diferentes elementos que componen la ciudad, para celebrar fiestas, manifestarse...y tiene además una dimensión social, cultural y política.

Lo que no saben muchas de las personas que transitan por las calles, plazas y parques de la ciudad es que éstas pueden ser de titularidad pública o de titularidad privada.

Los espacios públicos de titularidad privada forman parte del paisaje urbano y contribuyen generalmente a ensombrecerlo. Este tipo de espacios, por los que podemos circular todos los ciudadanos y en donde el ocio no tiene sentido, acaban siendo normalmente una fuente de problemas para sus propietarios.

Se entiende por “lugar” el espacio físico con identidad en el que convergen las creencias, actividades y eventos temporales del ser humano que dan forma a su cultura. Podemos decir entonces que la mayoría de los espacios públicos de titularidad privada serían los “no lugares” apodados por Marc Auge: “espacios que no crean ni identidad singular ni relación, sino que producen soledad y similitud”.

La acentuación de los llamados “bordes” que define el urbanista y escritor Kevin Lynch: muros, vallas, barandillas, desniveles.... que separan los espacios públicos de titularidad pública de los de titularidad privada suele dar lugar a plazas que no intercambian actividad con el entorno ya que el comercio es escaso y las fachadas de las viviendas no interactúan con el exterior.

Algunos Ayuntamientos han optado por hacerse cargo, recuperar e integrar estos espacios en la ciudad, otros han preferido dar ayudas a las comunidades de propietarios para que los reparen o ambas cosas. Aún así, es evidente que en muchas ciudades las medidas tomadas no son suficientes...

Un ejemplo de recuperación e integración de estos espacios en la ciudad se ha dado en Santiago de Compostela. Uno de los objetivos prioritarios de desarrollo del Plan Especial de Santiago de Compostela fue la recuperación espacios degradados y de uso privado para integrarlos, una vez abiertos, al público.

Otros Ayuntamientos, como el de Palencia, han decidido dar ayudas a las comunidades. El pasado mes de abril este Ayuntamiento recuperó la convocatoria de ayudas para la reparación y mejora de espacios privados de uso público. Esta subvención no se concedía desde hace diez años.

Los que compartimos escenario con los demás actores de la ciudad no debemos vivir ajenos al entorno en el que habitamos y donde realizamos nuestra vida cotidiana. Parece fundamental por tanto que Ayuntamientos, ciudadanos y comunidades de vecinos prestemos atención a estos espacios intermedios, de transición, a medio camino entre lo público y lo privado que, sin quererlo, forman parte inevitable de nuestras vidas.

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