Loquillo, medalla de oro a las Bellas Artes "marcando diferencias sin hacer reverencias"

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Loquillo recibiendo su Medalla. / RRSS

Loquillo y Los Secretos reciben las medallas de oro a las Bellas Artes en San Sebastián. Reconocimiento a sus trayectorias y a la movida, el movimiento cultural más importante de la segunda mitad del siglo XX.

Loquillo, medalla de oro a las Bellas Artes "marcando diferencias sin hacer reverencias"

Y dice la gente que ahora eres formal... Con esta frase, tan emblemática para aquellos que vivieron la década mágica, subtitulaba Fernando Pereira, gurú de la movida gallega de los 80, la imagen de uno de los artistas más carismáticos del siglo XX. Su amigo del alma, Loquillo (José María Sanz, Barcelona 1960),  recogía de manos de Felipe VI  la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes.

Los Reyes de España presidieron la ceremonia de entrega de las medallas correspondientes a 2015 en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Son el máximo reconocimiento a nivel estatal para personas o instituciones que “hayan prestado servicios destacados o fomentado notoriamente la enseñanza, el desarrollo y difusión del arte o la conservación del Patrimonio Artístico Nacional”, según recoge el BOE del 19 de enero de 1970.

La escultora Cristina Iglesias y Loquillo actuaron como portavoces de los premiados en una ceremonia presentada también por el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo.

Medallas que ratifican la singularidad de la movida

Con una medalla de oro también se distinguió a Los Secretos, el grupo más intimista y lírico de la movida. Loquillo y Los Secretos, dos caras y dos estilos de la música en aquella época en la que el carpe diem, los sentimientos y las vivencias tenían una omnipresente banda sonora de música española.  Dos ejemplos de compromiso con la música, coherencia, continuidad y fidelidad extrema de un público que les sigue acompañando década tras década y parte imprescindible de la memoria colectiva de un tiempo y de un país.

Dos ejemplos con enormes diferencias. Los Secretos únicos y siempre ellos mismos, dignos superviventes de su líder, un grupo que deja su alma y su historia en cada escenario con viejos temas que siguen llegando al corazón y que consiguen que su público reviva aquellas sensaciones agridulces que algún día tuvieron, cuando los sentimientos lo eran todo en la vida. Loquillo reinventándose en cada trabajo cosechando éxitos convertido en un símbolo del rock eterno, sin modas ni décadas asignadas.

No son los primeros integrantes de la movida en ser galardonados. Pérez Villalta, Montesinos, Ceseppe y también Alaska fueron premiados en otras ediciones, lo que viene a confirmar que, pese a que inicialmente se definió como un movimiento juvenil sin pretensiones, fue un importante movimiento estético rupturista y musical. Significó toda una reacción a las convenciones de una época gris recién salida de la dictadura franquista, espejo del cambio y de la libertad cultural e ideológica que vivió entonces la sociedad española y la historia le está dando su reconocimiento como el fenómeno cultural más importante del último tercio del siglo XX.

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Loquillo y Los Secretos. / RRSS

 

Salud y rock and roll, en nombre de Loquillo

El rocker orgulloso, y como siempre más chulo que nadie, acaparó toda la atención, no sólo por la imponencia escénica que le caracteriza, sino porque con el talante contestatario y  transgresor que le distingue desde sus inicios, aprovechó su discurso ante un auditorio repleto de artistas y autoridades para urgir al Gobierno a rebajar el IVA cultural, entre otras reivindicaciones. "artistas, intelectuales, escritores y creadores en general" son "esenciales para el devenir de los pueblos". 

El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, lejos de sentirse intimidado afirmó: "No podemos estar más de acuerdo con lo que ha dicho Loquillo. No ha hecho más que enumerar los objetivos que vamos a perseguir esta legislatura. El plan de Acción Cultural 2020  incluirá la Ley de Mecenazgo, la progresiva bajada del IVA a las manifestaciones culturales y el estatuto jurídico del artista" .

Loquillo agradeció en los medios la distinción con estas palabras: "Siempre es una buena noticia que se reconozcan los méritos de los que, en una disciplina u otra, trabajamos por la Cultura, sinónimo de la riqueza de un país. Recojo con honor este galardón y es un placer compartirlo con vosotras y vosotros. Enhorabuena al resto de l@s condecorad@s. ¡Salud y rock and roll".

El rey recalcó que las medallas de oro al mérito en las Bellas Artes suponen un claro reconocimiento al trabajo y al talento de todos los galardonados. "Enhorabuena de corazón por todos vuestros éxitos, por estas medallas que tanto merecéis". Palabras pintiparadas para Loquillo y Los Secretos.

Integraban también la lista de premiados, entre otros, El Celler de Can Roca, el actor Jean Reno,  el guitarrista flamenco Vicente Amigo, la soprano Ainhoa Arteta, el musicólogo Emilio Casares, el actor Emilio Gutiérrez Caba, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, el cantante Alberto Cortez, la artista Cristina Iglesias, y el gestor cultural Marqués de Marañón .También se entregaron tres medallas a título póstumo al arqueólogo Javier Cortes Álvarez de Miranda, el payaso Monty y el filósofo José Vidal-Beneyto.

Extrañó la ausencia de Ferrer Dalmau

Curiosamente en todos los mentideros artísticos y políticos se comentaba la destacada ausencia entre los premiados de un compañero de colegio de Loquillo, Augusto Ferrer-Dalmau, "el pintor de batallas" que estos años no sólo ha tenido un frenética actividad de colaboración artística con las Fuerzas Armadas sobre el terreno sino que ha dedicado su brillante trayectoria a la plasmación de episodios históricos españoles con un técnica imbatible y ha creado una nueva corriente pictórica- algo inaudito en alguien vivo y tan joven-.

Posiblemente Ferrer Dalamu se quedará esperando su Medalla. Los gobiernos de izquierdas no se la darán porque para ellos el patriotismo es algo trasnochado y los de derechas tampoco por no significarse por esos complejos que arrastran que les impide ser coherentes con la ideología de la mayoría de sus votantes.

Loquillo, pese a ser un personaje incómodo para casi todos los grupos políticos, lo ha conseguido... aunque con la sinceridad aplastante que le caracteriza ha declarado "Soy consciente de la responsabilidad por ser una persona pública, que cada vez que abro la boca me caen un montón de hostias, pero también creo que con 55 años uno tiene que moderarse en un sentido: ya hay una generación más joven que tiene que decir las cosas". Tal vez por esa contención le han dado la medalla que merecía hace mucho tiempo. No sólo por haber sobrevivido aquellas épocas convulsas sin haberse despeinado jamás, sino por ser un ejemplo de la transversalidad del arte y lealtad a unos principios.

Moción en la entrega de las medallas
La Medalla de los Secretos la recogieron dos jovencitas Urquijo con tanto parecido con el gran Enrique que sobrecogía y ponían un nudo en la garganta a aquellos que tanto quisimos al que fue la cima - junto a Coppini y Antonio Vega-  de la poesía musical de los 80. Y el Loco ha aceptado su galardón con una seductora sonrisa, mirando de reojo sobre sus dos metros de estatura "marcando la diferencia sin haceros reverencias" exhibiendo con arrogancia  y poderío la supervivencia y la vigencia absoluta de “la actitud”. Y rotundamente copartícipes de las medallas de Loquillo y los Secretos, aunque nadie los citó, también fueron premiados aquella gran masa de jóvenes anónimos que vivieron la movida porque ellos fueron el gran protagonista colectivo de ese cambio existencial que hizo posible el milagro, incomprensible e inimaginable para aquellos que no tuvieron la fortuna de vivirlo.

 

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