Licencia para opinar

La detención de Pablo Hasél ha abierto un debate sobre la libertad de expresión.
La detención de Pablo Hasél ha abierto un debate sobre la libertad de expresión.
Las redes sociales constituyen un medio de comunicación liderado por el pueblo.

Alguien del Gobierno habló del Ministerio de la Verdad, como si un equipo ganador (un partido político y el empresariado que lo financia) pudiese decidir qué voz posee la verdad absoluta. También Zapatero instauró la aleccionadora Educación para la Ciudadanía, que no sirve sino para promover el pensamiento único y normalizar el orden establecido. De este modo, podemos entender que un gobierno no tiene la potestad de decidir qué pensamiento y fenómeno impere en la sociedad.

Llegamos a descubrir recientemente que los poderes están censurando las redes sociales: ello es equiparable al abuso de autoridad, ya que las redes sociales son un medio de comunicación liderado por el pueblo. Así, un reducto del sistema en que el pueblo se comunica y tiene difusión. De incrementarse las sanciones a la libertad de expresión, la clase burguesa volverá a un sistema feudal sin que nos demos cuenta (ahora que han suprimido las comunicaciones físicas y el derecho de libre reunión).

Además, en el encierro de esta pandemia, hemos delatado la pobreza y acoso de la programación televisiva, diseñada para alienar al pueblo, imponer el pensamiento único y promover nefastos prejuicios que hasta dan vergüenza.

Si dejamos que el poder siga devastando nuestros derechos, vendrá un tiempo en que el analfabetismo funcional nos devuelva al enfrentamiento entre hermanos. Si dejamos que un periodista designado a dedo opine por nosotros o que un líder nos dé las noticias, el país nos encerrará en una nueva tiranía. @mundiario


   

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