Liberan a la periodista que desafió al régimen ruso en televisión en directo

Marina Ovsyannikova y su abogado Anton Gashinsky en la corte. / RR.SS.
Marina Ovsyannikova y su abogado Anton Gashinsky en la corte. / RR.SS.

La editora Marina Ovsyannikova ha quedado en libertad tras acudir a una audiencia en un juzgado administrativo. Se desconoce si proceden investigaciones penales en su contra.

Liberan a la periodista que desafió al régimen ruso en televisión en directo

La periodista que desafió al régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, levantando un cartel en el que pedía que “paren la guerra” justo cuando los informativos de la noche de un canal estatal ruso estaban al aire, ha quedado en libertad este martes después de 14 horas de interrogatorios.

Marina Ovsyannikova estuvo en paradero desconocido durante más o menos 12 horas, después de que terminara la transmisión del programa Vremya (Tiempo), el segundo más visto del país, y de que las fuerzas de seguridad rusas se la llevaran detenida sin posibilidad de que su abogado o familiares pudieran contactarla de alguna manera.

La periodista se coló al plató del informativo del Canal Uno durante la transmisión, coreando y pidiendo el fin de la guerra con un cartel escrito tanto en inglés como en ruso que rezaba “detengamos la guerra. No os creáis la propaganda. Os están mintiendo. Rusos contra la guerra”. La transmisión se cortó segundos después.

Queda en libertad

Fue durante la noche de este martes que, tras la circulación viral de fotografías de la periodista saliendo de un juzgado en redes sociales, sus colegas rusos logarron ubicarla. Ovsyannikova fue citada por el Tribunal del Distrito de Ostánkino, para comparecer en una audiencia en la que le impusieron una multa de 30.000 rublos (unos 250 euros dada la vertiginosa devaluación de la moneda rusa tras las sanciones a Moscú).

Después de terminar su comparecencia, fue puesta en libertad y pudo responder algunas preguntas de la prensa. Declaró que pasó dos días sin dormir y que fue interrogada sin descanso durante 14 horas, por las fuerzas de seguridad rusas que la detuvieron desde el lunes. “Fue mi decisión contra la guerra. Tomé esta decisión yo sola porque no me gusta que Rusia iniciara esta invasión. Fue realmente terrible”, dijo a los reporteros.

Sin embargo, esas no serían las únicas consecuencias de su manifestación. Su canal informó que está realizando una investigación interna de los hechos, que perjudicaría su cargo en la estatal televisiva rusa, una de las principales fuentes de “información” que tienen los ciudadanos rusos ante la represión contra medios independientes.

Al mismo tiempo, Rusia podría iniciar un caso penal en su contra, por incurrir en un delito de “desinformación”, recientemente aprobado a raíz de la invasión, con el que Moscú se ha valido para provocar la autocensura y la salida masiva de medios de comunicación social de su país, ante la posibilidad de afrontar 15 años de prisión por desmentir la propaganda rusa.

Apoyo a la periodista

En Rusia no se habla de “guerra” o de “invasión”, los periodistas son exhortados a referirse al conflicto en Ucrania tal y como Putin lo anunció el 24 de febrero, cuando comenzó la incursión rusa, como una “operación militar especial” lanzada para “desmilitarizar y desnazifcar a Ucrania”. No hacerlo podría acarrear consecuencias administrativas y penales contra los medios y periodistas.

La protesta se difundió rápidamente en redes sociales, al igual que un vídeo grabado por Marina antes del suceso. En él, se arrepentía de trabajar para el Estado ruso. “(Estoy) Avergonzada de que me permitieran decir mentiras desde la pantalla del televisor. Avergonzada de haber permitido la zombificación del pueblo ruso”, declaró en el material audiovisual donde, también, hizo conocer que su madre es ucraniana y que su padre es ruso, “nunca han sido enemigos”.

 

“Nos quedamos callados en 2014 cuando esto recién comenzaba (anexión de la península de Crimea). No salimos a protestar cuando el Kremlin envenenó a [el líder de la oposición (Alexei) Navalny”, sentenció la periodista. @mundiario

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