Letizia desaira: la heredera en minifalda y zapatillas en la misa mallorquina de Pascua

La Familia Real española en la misa de Palma.
La Familia Real española en la misa de Palma.

La reina desaira a la Iglesia y a la sociedad de Palma presentando a la princesa de Asturias en la misa solemne de Pascua vestida con minifalda y zapatillas de playa.

Letizia desaira: la heredera en minifalda y zapatillas en la misa mallorquina de Pascua

La reina desaira a la Iglesia y a la sociedad de Palma presentando a la princesa de Asturias en la misa solemne de Pascua vestida con minifalda y zapatillas de playa.

La Familia Real española acudió a la tradicional celebración del Domingo de Resurrección en Palma de Mallorca y usó dos aviones para desplazarse y permanecer sólo 8 horas en la isla. Es tradición de décadas su comparecencia en esta misa solemne de Pascua celebrada por el obispo en la Catedral de Mallorca, por lo que su consideración social, institucional y religiosa justificaba el gasto exclusivo que se hizo para tal desplazamiento, ya que no pasaron allí la Semana Santa. Esta importancia  contrastó con el absoluto "desenfado" que mostró la reina Letizia al presentar “de esa guisa” a sus hijas. aparte del desaire que constituyó que apenas pasaran unas horas en la isla y se largaran. Estuvo también presente la reina Sofía pero el rey Juan Carlos no acudió y prefirió ceder el protagonismo a su hijo.

No existe más protocolo de vestuario infantil para niñas en las conmemoraciones religiosas que el decoro y el sentido común, algo que parece fallarle episódicamente a la actual reina. No olvidemos la reciente polémica que levantó su indumentaria en la conmemoración de Santa Teresa, tal y como pudimos leer en nuestro exitoso artículo de MUNDIARIO, titulado: Letizia desbarra ante Santa Teresa con mono discotequero y sandalias marbellíes.

Pero la reina Letizia parece que se deleita especialmente faltando el protocolo, sobre todo en algunos eventos relacionados con la religioso y lo militar  y es algo que no solo ciñe a su personal figura sino que está extendiendo al vestuario de sus hijas.

En el último desfile de las Fuerzas Armadas, en su primera comparecencia como reyes, presentó a  las niñas vestidas con trajes campestres, muy similares a las de las modestas campesinas Ingalls de la Casa de la pradera, por cierto ateridas de frío a cuerpo gentil en un otoñal y fresco octubre.

En Palma no daban crédito cuando este Domingo de Resureccción Letizia rizó el rizo presentando a la  heredera en zapatillas de playa de lona azul, tipo de las que se encuentran en cualquier mercadillo, con pinta de usadas  y una falda cuya mínima longitud podría desatar comentarios que no deben escribirse dado que debemos respeto a una menor. Algo impropio en una niña de su edad y condición y aún más en una misa... y nada menos que en la misa del Domingo de Resurrección.

El resto del atuendo infantil, aunque fuera de la prestigiosa firma gallega Nanos, parecía en la niña como de trapillo… mono y gracioso que -algo más largo- podría poner a su hija cualquier madre normal en una misa dominguera de cualquier localidad de playa. La minifalda diminuta iba acompañada de blusa y chaquetilla de diferentes largos como descoordinados que daban a la princesa cierto aspecto de homeless refinada.. La infanta Sofía  iba un poco más digna en vestuario, aunque también llevaba zapatillas, esta vez no de playa sino de ballet. Ni calcetines ni medias y las melenas sueltas sin una diadema o lacito que las adornara un poco en una fecha tan señalada.

Normal para unas cosas pero no para otras...

Letizia parece querer exhibir que es una madre corriente que acude a su trabajo pero el quid de la cuestión es que ella no es una madre normal ni tampoco su hija. Porque una hija normal no puede congelarse el cordón umbilical para salvaguardar sus células madre en una prestigiosa clínica como tampoco puede ir al colegio más caro de Madrid, ni tener los mejores médicos y profesores ni la mejor formación, ni las mejores oportunidades que una chica normal jamás soñaría... y todo ello pagado por los españoles a los que le debe un respeto.

No era una misa para salir del paso... era una de las conmemoraciones más importantes del año en Baleares, comunidad que tanto se ha volcado con la Familia Real. Este es el primer año de la princesa de Asturias y Letizia parece querer ningunear que son la reina de España y la heredera al trono y que deben dar una imagen institucional.  No se le paga para que se de una vuelta de trapillo, sino para que nos represente con dignidad.

Letizia tampoco acertó con su look

Letizia tampoco estuvo nada acertada con su manido look de pantalón ceñido separando las nalgas, camiseta  y americana más vista que el tebeo. El peinado de melena suelta que le hace parecer tener cuatro pelos sueltos que lleva últimamente y sus inseparables pestañas postizas  La misa de Pascua en la Catedral de Palma se merecía un traje más apropiado o menos visto y sería mucho más adecuado que no llevara pantalones, no porque las mujeres no deban ir con pantalones a la iglesia, sino porque ya es la reina...

Su actitud tampoco estuvo muy cuidada, el gesto un tanto ordinario de tocarse continuamente el cierre de la chaqueta, el no santiguarse ni ella ni las niñas -tanto la reina Sofia como Felipe sí lo hicieron- y entrar parloteando entre flashes, dar la espalda sin respeto al altar, saludar a los de los bancos traseros... y empujar y toquetear a las niñas sin recato.

Zapatillas reales.
Flaco favor a la imagen de la monarquía española
No se entiende que Letizia le haga este flaco favor a la imagen de la monarquía, sobre todo cuando ha asumido voluntariamente su papel… Jamás vimos tal comportamiento en las infantas Elena y Cristina cuando eran niñas… Eso que manifestó Letizia de que "seguiría el impagable ejemplo de la reina " o fue un chiste o parece que le cuesta mucho seguirlo, ya que han pasado más de 10 años y episódicamente da la nota y no cumple estéticamente con su función... Algo que nunca  hizo la reina Sofía. Si no le gusta ser reina o no está cómoda, está a tiempo de renunciar… seguro que le espera un futuro exitoso en cualquier campo que quiera ejercer…
Esta vez, incluso Felipe VI, algo poco usual, aparecía un poco descuidado con chaqueta desabotonada que no hacía juego con el pantalón y una corbata poco acertada.  Esperemos que por una vez no se cumpla eso de que "dos que duermen en el mismo colchón..."

 

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