La lepra, una enfermedad del pasado que todavía sigue muy presente hoy en día

Campaña contra la lepra.
Campaña contra la lepra.

La lepra es una enfermedad infecciosa prevenible y curable si es tratada adecuadamente en las primeras fases de su desarrollo. Las campañas de concienciación son la mejor arma.

La lepra, una enfermedad del pasado que todavía sigue muy presente hoy en día

Este 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Lepra. La lepra, una enfermedad que se convierte en un estigma para quien la padece. Una enfermedad que, lejos de lograr la integración de los pacientes, los aísla en un vacío de soledad y ocultismo. Nadie quiere decir que tiene la lepra. Ningún país reconoce que tiene casos entre su población. Una enfermedad que debiera haberse extinguido hace mucho tiempo. ¿Por qué no lo ha hecho?

La lepra es una enfermedad crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae. Este bacilo se multiplica muy despacio.  El periodo de incubación de la enfermedad es de unos cinco años. Los síntomas pueden tardar hasta unos veinte años en aparecer.

La lepra no es muy contagiosa. Se transmite por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados. Afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías altas respiratorias y los ojos. Si no se trata, la lepra puede causar lesiones progresivas y permanentes. La lepra es una enfermedad curable. Con un adecuado tratamiento en las primeras fases, se evitará las discapacidades. Desde 1995, la OMS facilita gratuitamente a todos los enfermos leprosos, un tratamiento multimedicamentoso, que es una opción curativa muy simple pero muy eficaz para todos los tipos de lepra.

La lepra es una enfermedad que se mantiene bajo control gracias a las campañas nacionales llevadas a cabo por aquellos países en los que la enfermedad es endémica. El diagnóstico y tratamiento de la enfermedad se ha facilitado mediante la integración de los servicios antileprosos primarios en los servicios sanitarios generales. Según los informes nacionales procedentes de 105 países y territorios, la prevalencia mundial de la lepra a principios de 2012 fue de 181941 casos, mientras que en 2011 fue de 219075 y en 2010 de 228474.

Todavía quedan focos de gran endemicidad en algunas zonas del Brasil, Filipinas, la India, Indonesia, Madagascar, Mozambique, Nepal, la República Democrática del Congo y la República Unida de Tanzanía. Estos países siguen estando muy implicados en la eliminación de la lepra y siguen intensificando sus actividades de control.

Según cifras oficiales, hay unos 182000 enfermos, principalmente en Asia y África. A pesar de ser una enfermedad bajo control, un 14% de los nuevos casos detectados se produce en niños menores de 14 años, mayoritariamente en países en vía de desarrollo. La lepra no se contagia durante la gestación, sino que se ocurre tras el nacimiento. El desarrollo de la enfermedad es igual tanto para adultos como para niños. Por lo que si no se trata convenientemente, el niño contagiado padecerá en un futuro lesiones de carácter discapacitante.

A pesar de que las campañas de concienciación están integradas de forma satisfactoria dentro de los servicios sanitarios generales de estos países, este dato revela que queda mucho trabajo por hacer. Se debe hacer más hincapié en las campañas preventivas y en el acceso a los tratamientos médicos. Los niños son el futuro para estos países. Si no les permitimos crecer en un ambiente saludable, su futuro está altamente comprometido.

Una vez más, se ha demostrado que la educación y el compromiso con los pacientes, es clave para el desarrollo de una enfermedad. Pero el camino no se ha terminado. La lepra es un claro ejemplo de ello. Sigamos en la lucha.

 

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