Laura Luelmo sufrió una agresión sexual antes de ser asesinada

Laura Luelmo. RR SS.
Laura Luelmo. / RR SS.

La joven, que murió a causa de un fuerte golpe en la cabeza de Bernando Montoya, también sufrió de un intento de violación, según los resultados de la autopsia.

Laura Luelmo sufrió una agresión sexual antes de ser asesinada

La profesora Laura Luelmo murió de un golpe en la cabeza, pero antes fue atada de manos y fue víctima de agresión sexual, según el informe de la autopsia. En su declaración, el asesino confeso, Bernardo Montoya, expresó que trató de violarla, pero que no lo logró a pesar de que la joven estaba inconsciente.

Montoya ha declarado su culpabilidad en el interrogatorio. Aunque en un principio intentó mentir a la Guardia Civil, el asesino confeso no pudo eludir las pruebas en su contra dando versiones imposibles de creer. Durante su declaración, Montoya señaló que intento violar a la profesora de 26 años, pero que no lo consiguió. “Me preguntó por un supermercado y la mandé a un callejón sin salida. Me monté en el coche y llegué primero al callejón. La agarré y golpeé su cabeza contra el maletero. Le até las manos a la espalda y la envolví en una manta. La desnudé de cintura para abajo y traté de violarla, pero pese a que estaba inconsciente no lo conseguí”, dijo el asesino según las fuentes del caso citadas por El País.

El cuerpo de Luelmo fue hallado semidesnudo y con visibles signos de violencia el pasado lunes escondido entre unos matorrales. La profesora estaba desaparecida desde el pasado miércoles 12, por lo que se creía que estaba secuestrada. Pero aún quedan lagunas en la historia contada por Montoya, por lo que la Guardia Civil lo ha llevado hasta su casa en Huelva para reconstruir los hechos.

Los agentes descartaron que la mantuviera retenida, y según el testimonio del hombre, este la atacó y la metió en el maletero de su coche le mismo día en que desapareció. Los primeros resultados de la autopsia dejan saber que Luelmo murió entre el día 14 y 15, por lo que puede que Montoya la haya dejado abandonada en el lugar malherida con el golpe que finalmente le causó la muerte.

Luelmo llegó al pueblo prácticamente coincidiendo con la llegada de su asesino. Ella había alquilado una vivienda al frente de donde vive Montoya para poder cumplir con su empleo como profesora. El agresor había salido de la cárcel hace dos meses tras haber cumplido una pena de dos años y 10 meses por robo con violencia. Previamente había cumplido condena por haber asesinado a una anciana.

Los vecinos de Montoya expresan que miraba lascivamente a Luelmo, e incluso, la propia maestra confesó a su novio que le inquietaba cómo la miraba su vecino. Su final habría llegado luego de un fuerte golpe que recibió en la frente, con un “objeto contundente”, según las fuentes citadas por el mencionado medio. @mundiario

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