Laura Luelmo falleció de un golpe luego de dos o tres días después de haber desaparecido

Laura Luelmo, profesora desaparecida. RR SS.
Laura Luelmo, profesora desaparecida. / RR SS.

El primer, y único, detenido ha sido un vecino de la maestra de 50 años que vivía en frente. Bernardo Montoya había cumplido condena por asesinato y había salido de prisión en octubre.

Laura Luelmo falleció de un golpe luego de dos o tres días después de haber desaparecido

Los resultados preliminares de la autopsia revelan que Laura Luelmo murió de un golpe en la cabeza entre el viernes y el sábado, pero desde el miércoles 12 no se sabía nada de ella. La joven maestra de 26 años se mudó a Huelva por una suplencia para las clases de Plásticas en el instituto de Nerva. La denuncia fue presentada por la familia el día 13 y desde entonces se activó un operativo que llegó a involucrar a 300 personas, hasta que uno de los voluntarios encontró ropa femenina, un rastro que guío a la Guardia Civil hasta el cadáver de Luelmo. Por ahora solo hay un detenido, el principal sospechoso Bernardo Montoya, de 50 años, quien cumplió condena por el asesinato de una anciana. El hombre vive en la localidad El Campillo, justo al frente de la casa donde la joven se había instalado.

Los resultados de la autopsia muestran un margen de dos o tres días en los que la joven estuvo desaparecida y viva. Las hipótesis vertidas por la prensa dejan saber que puede que la profesora estuviese retenida o que pasase un lapso entre la agresión y la muerte. Aún queda por saber si acaso fue agredida sexualmente.

El cuerpo de la joven fue hallado el lunes con signos visibles de violencia y oculto bajo unos matorrales, boca abajo y semidesnudo. Las ropas fueron encontradas desperdigadas a pocos metros del cadáver, por lo que los expertos sospechan de que fue allí mismo donde fue asesinada. Las lesiones presentes en el cuerpo hacen pensar a los investigadores que se resistió bastante hasta que murió por causa del golpe. Los expertos también esperan encontrar restos de ADN en el cuerpo de Luelmo, de ser así, podrían compararlo con las muestras del sospechoso.

Montoya cuenta con un largo historial delictivo. El pasado octubre salió de prisión luego de cumplir una condena de dos años y 10 meses por robo con violencia. Antes había cumplido otra pena de 17 años y siete meses por el asesinato en 1995 de una octogenaria en Cortegana. Entonces, el homicida declaró que mató a la mujer para que esta no lo acusara de robo. Durante un permiso en 2008, llegó a asaltar a una peluquera con una navaja, por lo que fue sentenciado a otro año y seis meses.

Desde el principio, Montoya encabezaba la lista de los sospechosos. La Guardia Civil estuvo siguiendo sus pasos, y cuando decidió salir del pueblo en el momento en que comenzaba la búsqueda, las autoridades decidieron detenerlo. Se encontraron con él en las proximidades de Cortegana, cuando el sospecho vio a los guardias civiles, bajó del vehículo e intentó huir a pie, según fuentes citadas por El País. La investigación sigue su curso y no es concluyente, mientras, los agentes hacen todo lo que pueden por hallar el móvil de Luelmo, que sigue desaparecido.  @mundiario

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