Las predicciones del ‘señor Google’ y las preocupaciones de un buscador de respuestas

Las predicciones son frías; la decisiones, calientes / Foto: Aray Chen.
Las predicciones son frías; la decisiones, calientes / Foto: Aray Chen.
"Hacer predicciones es útil en la medida en que su difusión puede modificar un futuro indeseable. Tomar decisiones es modificar ese futuro indeseado", subraya Velasco en su debut en MUNDIARIO.
Las predicciones del ‘señor Google’ y las preocupaciones de un buscador de respuestas

“The new digital age: reshaping the future of people, nations and business” es el título del libro escrito por Eric E. Schmidt, presidente ejecutivo de Google, y Jared Cohen, director de Google Ideas y exconsejero para asuntos de terrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos, que acaba de salir a la venta. Amparados en la potencia de su marca, los autores se atreven a pronosticar que al final de esta década todos los habitantes de la Tierra estarán conectados digitalmente.

Ojalá fuese así porque tal digitalización global representaría para muchas personas una puerta a nuevas oportunidades. Desafortunadamente, la extensión de las infraestructuras de telecomunicaciones no significa que todos los ciudadanos tengan acceso a internet, unos por razones económicas y otros por falta de formación.

Es verdad que la tecnología es un arma poderosa que bien podría utilizarse para reducir la desigualdad, aumentar la transparencia, compartir el conocimiento, crear buenas referencias y denunciar las conductas inmorales, pero también lo es que su utilización para el bien o para el mal dependerá de la conciencia y la consciencia de las personas. De hecho, los autores del libro aseguran que “lo que ocurrirá en el futuro depende de nosotros“.

El futuro de la web universal es desgranado por Schmidt y Cohen a través de seis predicciones:

1. “Se darán clases de privacidad en línea junto con educación sexual en las escuelas“.

2. “El aumento de la web móvil significa que todo el mundo estará en línea en el año 2020“.

3. “Las organizaciones de noticias no podrán seguir el ritmo de las de última hora, ya que será imposible seguir fuentes en tiempo real como Twitter“.

4. “El almacenamiento de datos en la nube continuará como la norma, y eso va a cambiar radicamente cómo vemos la privacidad“.

5. “A medida que la web se expande, comenzarán a surgir revoluciones más casualmente y más a menudo que en cualquier otro momento de la historia en naciones con gobiernos opresores“.

6. “Más personas utilizarán la tecnología para el terror, pero su presencia en la web también facilitará encontrar a esos terroristas“.

Desde mi vocación de buscador de respuestas, contesto a estas seis predicciones con seis preocupaciones:

1. Las clases de privacidad serán manifiestamente insuficientes si padres y educadores no fortalecemos la capacidad de selección y decisión de nuestros hijos y alumnos. Hay que robustecer su criterio.

2. Si tu renta diaria está por debajo del umbral de la pobreza de poco sirve que en tu zona exista acceso a internet. La extensión de las infraestructuras debería ir acompañada de la creación de tejido social y económico que pueda beneficiarse de ella lo más rápidamente posible. No es cuestión de ‘megas’, sino de neuronas solidarias.

3. Los medios de comunicación que quieran conservar su influencia tendrán que dedicarse al análisis y a la creación de historias trufadas con valores humanos. Sin renunciar al entretenimiento deberán recuperar la vocación formativa.

4. El riesgo no está en la nube, sino en la nebulosa de contradicciones de las que dejamos más huella que nunca. La mejor política de privacidad espensar lo que se dice y ser consecuente con ello.

5. No nos engañemos: la razón de la poco florida primavera árabe no hay que buscarla en el deseo de libertad, sino en la búsqueda de oportunidades. Tasas de paro juvenil superiores al 60% están en el origen de las movilizaciones. Es fundamental canalizar el activismo hacia las instituciones.

6. La mejor forma de combatir el terrorismo es extirpando sus raíces: laintolerencia y el radicalismo, hijos indeseados de un déficit educativo y la frustración que causa la desigualdad.

Hacer predicciones es útil en la medida en que su difusión puede modificar un futuro indeseable. Tomar decisiones es modificar ese futuro indeseado. Un futuro que se puede buscar en Google, pero que se encuentra en la activación de uno mismo.

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