El otro lado de la infidelidad: hijos fuera del matrimonio
Esos hijos no viven con su padre, sufren el rechazo de la sociedad y enfrentan el conflicto con sus hermanos. En el mejor de los casos, algunos hermanos los aceptan, pues lo común es que los ignoren u odien
La infidelidad es muy común y por tanto la existencia de hijos que nacen de una unión libre y fuera del matrimonio. Esos hijos no viven con su padre, sufren el rechazo de la sociedad y enfrentan el conflicto con sus hermanos. En el mejor de los casos, algunos hermanos los aceptan, pues lo común es que los ignoren u odien.
Este conflicto crea heridas emocionales que se extienden a todos los involucrados:
La amante:
> Sufre cuando ve en su hijo las consecuencias de ese amor descabellado al que casi siempre se siente atada de una forma adictiva.
> La depresión severa y la enfermedad serán su fin, a menos que salga de ese triángulo peligroso.
El padre del hijo:
> Aunque “aparenta que todo está bien” y es mal juzgado por todos, se divide entre dos lealtades, su familia y su amante. Casi siempre es esta la mujer que ama.
> Algunos no logran resolver el conflicto y terminan abusando del alcohol y las drogas.
> Otros intentan “hacerse sordos y ciegos” pasando así factura a los asuntos no resueltos de su niñez. Por ejemplo, fueron abandonados por sus padres y le pasan factura a sus hijos.
El hijo o los hijos de ‘la otra’:
> Es este quizás el más afectado. Por lo general, su autoestima es muy baja y siente el dolor de tener y no tener padre.
> La rabia e impotencia ante el sufrimiento de su madre.
> El odio-amor por el padre.
> Tristeza
> Falta de seguridad en sí mismo
> Miedo al rechazo de la sociedad, vergüenza, etc.
> De no trabajarse esto, lo pasará a la siguiente generación, o sea a sus hijos.
Los hijos de la esposa:
> Confusión, inestabilidad emocional y trastornos de ansiedad.
> Casi siempre están en medio de la guerra entre el padre, la madre y la ‘otra’.
> En algunas ocasiones, estos hijos no saben de la existencia del hermano. Otros lo saben, pero la madre 'les prohíbe’ que se relacionen.
> Los celos con el hermano, la rabia con el papá y la impotencia ante el sufrimiento de la mamá.
La esposa
• Rabia
• Celos
• Inseguridad
• Deseos de dejar al marido, pero no se lo dejará a ‘esa hija de p…’.
• Cuando hay dinero de por medio o la esposa depende emocional y económicamente del esposo, ¡peor se pone el lío! Aparecen la depresión, alcoholismo y drogadicción.
La familia extendida de todos:
> Los abuelos, los tíos, las hermanas, los hermanos, las primas, etc. Se convierten en ‘terapeutas de pareja y familia’ casi siempre para empeorar aún más la situación.
> Ni qué decir de los amigos.
> O aprenden y leen o si no van a aportar soluciones y luz al conflicto, ¡calladitos se ven más bonitos!
¡Todo esto le echa más leña a un fuego que no la necesita!
Recomendaciones:
> Si te enamoras de un hombre no disponible, sal corriendo
> Si no puedes hacerlo por ti misma, busca ayuda profesional pero por favor nunca tengas un hijo
> Si ya lo tienes, busca ayuda de un buen terapeuta familiar inmediatamente. @mundiario