La nueva apuesta de Ediciones Valparaíso: 'A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles'

Portada de 'A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles'.
Portada de 'A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles'.
El costarricense David Cruz nos descubre el recuerdo de un pasado como el movimiento circular de esos discos de vinilo que en cuestión de segundos traduce en notas musicales otro tiempo.
La nueva apuesta de Ediciones Valparaíso: 'A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles'

David Cruz es un poeta costarricense creador de una poesía donde la sencillez  que le rodea, la asocia con elementos poéticos que le seducen. Su lenguaje es directo, sin artificios, un yo poético rotundo, claro, que expresa aquello que le motiva escribir sin temores, sin consecuencias, sin pretensiones.

En un intento acertado de reflejar la época post hippie, Cruz se adentra en el mundo de su ELLA, esa ella a la que le gusta llorar mientras escucha The Beatles, como así se titula la nueva publicación que la editorial de Granada, Valparaíso, de Javier Bozalongo, edita con sumo cuidado y de un modo muy acertado.

A modo de disco de vinillo, el libro se construye mediante los tracks y el lado B, unos tracks, que sin intención hasta la mitad de la obra, corresponden a ELLA y un lado B que protagoniza el yo poético.    La lectura nos hace viajar por la psique de esa ELLA, cuya herencia materna le ha aportado una cosmovisión donde lo hippie es el ónfalos del mundo, lo que le dificulta su comunicación, incluido el yo poético que reconoce “fracasé queriendo conquistar a la mujer que lloraba escuchando a The Beatles.”

No sabremos el nombre de esa ELLA, pero sí que es anglosajona, que tomaba drogas, que tenía a John Lennon en la pared, que acudía semanalmente al psicólogo y que estaba predestinada a ser una mujer triste y condenada a la muerte en vida o como apunta el yo poético “condenada a una silla eléctrica”.

En este nuevo libro, David Cruz, profundiza en el tratamiento del carácter humano del personaje femenino y masculino al unísono, “las corcheas llevan tu nombre”, “ella mira con desconfianza a los malos poetas”, “el escaso maquillaje es una reliquia barata para disimular la tristeza de su rostro”,  “ELLA plagia el mundo para ser feliz. Todo es música. No escucha las palabras.” O incluso cuando habla del olvido “la vida es un acorde inconcluso”. Pero si hay una frase que ilustre esta obra, es sin duda “Nadie aprende el arte de olvidar sin antes no haber perdido la vida.”

Esta frase sentencia el fin de todo, el fin de un amor tras el luto necesario y llegar al necesario olvido.

TRACK 11

Supo que la siguiente canción era la más triste.

Estiró la mano hasta la tecla Stop.

Dudó un instante.

Dejó correr el sonido sin saber por qué.

Me atrevería a reconocer en Cruz, a un autor que hace uso del elemento descriptivo dentro de un ordo naturalis en el género poético, consiguiendo a medida que avanzamos en la lectura, adentrarnos en los versos como si leyéremos género narrativo, pero con la sutileza de su particular visión poética.

A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles, del costarricense David Cruz nos descubre el recuerdo de un pasado, como el movimiento circular de esos discos de vinilo, que en cuestión de segundos traduce en notas musicales  un pasado que se nos antoja mastodóntico, pero que nos recuerda lo que somos hoy, en un mundo de nuevas tecnologías.

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