La caída de la inversión en I+D+I pone en riesgo proyectos y avances

Un momento de la presentación del XXV Congreso de la SGXX.

Los proyectos de investigación iniciados y los logros alcanzados en los últimos años en este sector corren riesgo de perderse si no se incrementa la financiación en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I). Una circunstancia especialmente grave en ámbitos socio sanitarios, entre ellos la investigación sobre envejecimiento. Mucho más en un momento en el que todos los expertos en geriatría y gerontología alertan sobre el tsunami generacional que puede abocar al fracaso a la sociedad en unos años, si no se comienza a afrontar de forma inmediata y con positividad, los ingentes cambios que genera el aumento de personas mayores.

Así lo advierte José Carlos Millán Calenti, presidente de la Sociedad Gallega de Gerontología y Geriatría (SGXX) que este jueves presentó en la ciudad gallega de A Coruña el XXV Congreso de dicha sociedad científica que se celebrará el 10 y 11 de mayo en la Facultad de Ciencias de la Salud de la ciudad. Millán, que estuvo acompañado por la secretaria general de Política Social de la Xunta de Galicia, Coro Piñeiro y la diputada coruñesa, Begoña Freire, mantiene que aunque la I+D+I en envejecimiento “no goza de buena salud” paradójicamente Galicia lidera la investigación a nivel estatal con proyectos pioneros “y muy competitivos a nivel mundial” como un sistema de Telegerontologia o teleasistencia especial con la que se pueden controlar, por ejemplo, diversos parámetros de salud, desarrollar la memoria o pedir ayuda en caso de emergencia o nanotecnología aplicada a los fármacos. Investigaciones que son posibles “debido a la gran voluntad y formación de los especialistas, profesionales e investigadores”.

Sin embargo, añade, este nivel “no se podrá mantener si no se incrementa la inversión en I+D+I, ascendente desde hace años”. De lo contrario “corremos el riesgo de perder los logros conseguidos” como el nivel de contratación y formación de investigadores, la financiación de equipos, etc. Sólo en la Universidad de A Coruña están en marcha en la actualidad cuatro proyectos en este ámbito, dos de ellos de carácter internacional, relativos al tratamiento de enfermedades neurodegenerativas o la mejora de la calidad de vida de las personas mayores mediante nuevas tecnologías.

Para ello, concluye el presidente de la SGXX “hay que convencer a quienes administran los presupuestos. Es decir, a la clase política, en general, poco creyente con todo lo que no reporta un retorno inmediato en forma de votos o agradecimientos”, porque como asegura, “invertir en investigación es ahorrar en otras muchas cosas para el futuro”.

Por ello y bajo el lema Investigación, Desarrollo e Innovación en Gerontología y Geriatría la entidad organiza su XXV Congreso, centrado precisamente en las nuevas tecnologías que mejoran la calidad de las personas mayores y en los estudios y proyectos de investigación, mayormente gallegos, que lideran el sector a nivel nacional.

Y es que el porcentaje de inversión, tanto pública como privada, del Producto Interior Bruto dedicado a I+D+I en España se desplomó un 2´8 por ciento en 2011 según los últimos datos definitivos de que dispone el Instituto Nacional de Estadística (INE), llegando tan sólo a los 14.184 euros, lo que representa apenas un 2 por ciento. Un índice lo suficientemente grave por todo lo que representa -sobre todo menos formación, investigadores, proyectos y equipamiento- que bien puede hacer pensar que las autoridades hayan retrasado la publicación de dicho porcentaje relativo a 2012, aún pendiente. De hecho, tanto los presupuestos del año anterior como los de 2013 están aprobados con más recortes en la inversión pública en I+D+I con lo que el retroceso en este sector se agravará aún más.

Si se toma la inversión de la Administración Pública por separado, el gasto fue aún menor. Respecto a 2010, descendió un 5´7 por ciento.

El número de trabajadores contratados en el sector también disminuyó un 3´1 por ciento frente al ejercicio anterior, con un total de 215.079 empleados. Y más aún el de investigadores, que se redujo en un 3´3 por ciento, situándose en 130.235 personas.

Un porcentaje muy alejado del resto de países europeos. España, con el mencionado 2 por ciento del PIB dedicado a investigación, se aleja de Finlandia (con el 3´8 por ciento), Suecia (3´42) o Alemania (2´82) que encabezan el listado e incluso de países como Portugal que invertía en investigación, en 2010, el 1´59 por ciento.

Según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) de 2012, en Galicia residen 2.781.498 personas, de las que 635.879 tienen más de 65 años. Es decir, el 22´86 por ciento de los gallegos y gallegas se encuentran en la bienvenida y mal denominada tercera edad. De ellas casi 100.000 superan los 80 años y unas 1.200 la centena, principalmente en áreas de población de Ourense y Lugo que, tomadas de forma individual, son las primeras del mundo en envejecimiento, por encima incluso de zonas geográficas similares de Japón. La Comunidad Gallega sigue siendo la segunda más envejecida de España después de Castilla y León.

De hecho, en la actualidad la edad media de esperanza de vida en esta región es de 82 años: 79 para los hombres y 85,8 para las mujeres. El mayor índice de Europa tras el francés, que es de 83 años.

A nivel estatal, como en otros muchos países del mundo, es la primera vez en la historia que el número de personas mayores de 65 años supera al grupo de 0 a 14 años. En 2050, el colectivo senior llegará en España al 33 por ciento, con 15 millones de individuos. Un dato a tener muy en cuenta en todos los aspectos para instaurar definitivamente y desde todas las instituciones públicas privadas, el envejecimiento activo, positivo, digno y saludable. Y esto supone, no un sprint, sino toda una carrera de fondo...