Ketanji Jackson podría ser la primera mujer afroamericana en la Corte Suprema de EE UU

Corte Suprema en Washington D.C., EE UU. / Alex Brandon.
Corte Suprema en Washington D.C., EE UU. / Alex Brandon.

El presidente Joe Biden ha revelado este viernes a su nominada a magistrada para el Supremo, quien deberá ser ratificada por el Senado en los próximos meses.

Ketanji Jackson podría ser la primera mujer afroamericana en la Corte Suprema de EE UU

Después de que el magistrado Stephen Breyer anunciara su retiro de la Corte Suprema de Justicia de EE UU, un cargo vitalicio, mucha ha sido la expectación en ese país respecto a quién llenaría la vacante. Este viernes el presidente estadounidense, Joe Biden, reveló que la jueza de la Corte de Apelaciones, Ketanji Brown Jackson, de 51 años, es su abanderada para ocupar la silla de Breyer.

En EE UU, el nombramiento de los cargos a magistrados del Supremo recae sobre el presidente, aunque deben contar con “el consejo y consentimiento” del Senado para que el nominado pueda integrar el más alto tribunal. En toda la historia del país, sólo dos hombres afroamericanos han servido en la Corte, por lo que la confirmación de Jackson haría historia, como la primera mujer afroamericana en la institución.

¿Quién es Ketanji Jackson?

La jueza Ketanji Brown Jackson es egresada con excelentes calificaciones de la prestigiosa universidad de Harvard, tiene 51 años y nació en el Distrito de Columbia (Washington D.C., la sede del Gobierno de EE UU), aunque vivió sus primeros años de vida en Miami, Florida. Reconoce que su trayectoria es “ligeramente diferente” a la de sus compañeros, no sólo por su origen étnico, sino porque ha servido como defensora pública, cuando la mayoría de los candidatos a magistrados del Supremo son fiscales.

Actualmente es la magistrada de la Corte de Apelaciones para su distrito, considerada como el segundo tribunal más importante del país, y como un trampolín hacia el Supremo. Apenas el verano pasado fue nominada por el propio Biden para este juzgado, y ahora es convocada a llenar la vacante en el superior.

 

Además, fue asistente del magistrado Breyer, a quien ahora le tocaría reemplazar. También alternó durante su trayectoria el trabajo en bufetes privados y en la defensa penal pública, donde se destacó como miembro de la Comisión de Penas, un órgano independiente encargado de regular la política penal.

Fue impulsada por el expresidente Barack Obama para que ocupara el cargo de jueza federal en Washington, en 2013, está casada con un cirujano, tiene dos hijas, y es pariente político del expresidente del Senado, el republicano Paul Ryan. Sin embargo, ella es de tendencia liberal, progresista, lo que, de acuerdo con varios analistas políticos, pudiera dificultar su nombramiento ante el Senado dominado “ligeramente” por los demócratas.

Las trabas del Congreso

Desde su campaña en 2020, Joe Biden ha prometido que llevaría a una mujer afroamericana al Supremo. Varios medios locales han trabajado una lista de candidatas, pero Biden se queda con Jackson; aunque muchas cartas se han barajeado como la jueza del Supremo californiano Leondra Kruger o la recientemente nominada a la Corte de Apelaciones de Wahington D.C., la jueza del estado de Carolina del Sur, Julianna Michelle Childs.

La confirmación de Jackson está pendiente para cuando la vacante se dé. El magistrado Breyer informó que su retiro se espera para finales de este año, por lo que ha empezado una carrera en los demócratas para acelerar el proceso antes de las elecciones de medio término en noviembre, que podría voltear el control del Senado a favor del partido del expresidente Donald Trump, tras ser favorecido en los sondeos.

En un Congreso de 100 senadores, tanto el partido Demócrata como el Republicano tienen 50 escaños, pero la bancada de Biden tiene una ligera mayoría dado el beneficio de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. Esto podría cambiar prontamente.

La balanza no se inclinará

La cadena CNN informa de que, aunque exista la negativa previa de los republicanos a votar por cualquier nominado de Biden, puede que algunos senadores le den el visto bueno a Jackson. “Las senadoras republicanas Lisa Murkowski de Alaska, Lindsey Graham de Carolina del Sur y Susan Collins de Maine votaron a favor de Jackson en su confirmación del año pasado a la Corte de Apelaciones y podrían hacerlo de nuevo”, señala el medio.

Sin embargo, dado que la confirmación sólo requiere de una mayoría simple, si los demócratas logran superar sus quiebres internos, podrían nombrar a Jackson “lo más pronto posible”, para que logre sustituir al magistrado progresista Breyer.

 

De acuerdo con fuentes citadas por medios locales, los republicanos no están “especialmente nerviosos con la decisión”, después de todo la ideología de la Corte no cambiará. En el Supremo estadounidense existen “bandos informales” entre los jueces de tendencia progresista y los conservadores. Dado que Breyer era liberal o progresista, Jackson llenará la misma silla.

Actualmente la Corte Suprema está compuesta de nueve magistrados, seis hombres y tres mujeres, con casi todos los hombres en la bancada conservadora y dos de las tres mujeres en la progresista. Con Jackson, tres de las cuatro mujeres representarían la totalidad de los liberales, donde se encuentra la primera mujer latina, la puertorriqueña Sonia Sotomayor, y habría por primera vez dos magistrados afroamericanos, junto al conservador Clarence Thomas. @mundiario

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