Caso Marta Calvo: el calvario de la víctima más joven de abuso sexual

Juicio de Jorge Ignacio Palma, en el caso Marta Calvo. / Twitter
Juicio de Jorge Ignacio Palma, en el caso Marta Calvo. / Twitter

La segunda testigo del proceso contra Jorge Ignacio Palma aseguró que después de quedarse inconsciente y convulsionar, su presunto agresor no llamó a emergencias.

Caso Marta Calvo: el calvario de la víctima más joven de abuso sexual

Continúa el juicio contra Jorge Ignacio Palma, el descuartizador confeso de la joven Marta Calvo. Los hechos del caso se van abordando en la Audiencia de Valencia según el orden cronológico de los más de 15 meses de horror que vivieron las mujeres involucradas en estos crímenes. Este miércoles la víctima más joven ha comparecido, para relatar su caso, por el que juzgarán a Palma junto a otras ocho agresiones sexuales y tres asesinatos.

La joven, cuya identidad se mantiene bajo reserva para evitar su revictimización, narró las horas de terror que vivió cuando quedó con Palma en una vivienda de L’Ollería en diciembre de 2018, asegurando que no recuerda si mantuvieron relaciones sexuales o no. "Me dio cocaína, quedé inconsciente y no sé cuánto tiempo estuve así. Él no llamó a la ambulancia".

La testigo compareció ante el jurado popular, conformado por nueve titulares y tres suplentes, en la tercera sesión de la fase oral del caso. Por segundo día consecutivo, la magistrada que instruye la causa y los asistentes pudieron presenciar el relato de una de las sobrevivientes de los ataques, después de que ayer la primera víctima compareciera en el estrado.

Según ha narrado, el procesado le contactó a través de una página web donde vendía servicios sexuales, y le preguntó si podían hacer una “fiesta blanca”. La joven, que en ese momento tenía 18 años recién cumplidos, entendió que se refería a consumir cocaína, “a secas, pero no de introducirla en ninguna parte de mi cuerpo”. Ella le hizo constar que no era un método de pago, y concertaron una cita.

Intentó drogarla

La víctima relató que Jorge Ignacio pasó buscándola en su coche, en dirección a la vivienda donde tendrían el encuentro. "Paró el coche y sacó una bolsa de cocaína muy grande, exageradamente grande, que le ocupaba las dos manos", ha asegurado. Él le invitó, ella accedió, pero él no consumió nada. Al llegar al piso el hombre sacó una copa de vino "preparada", con la botella abierta. "Estaba exageradamente amarga y no bebí mucho", reveló la testigo.

Tras esto el colombiano, ahora de 39 años, puso el foco en mantener relaciones sexuales sin preservativo. La chica relata que cada vez que se negaba, le daba más cocaína. En un punto de este tira y afloja él habría introducido uno de sus dedos, empolvado de droga, en el interior de la boca de la chica, y trató de hacer lo mismo con sus genitales. "Me dijo que era muy divertido, que no pasaría nada, y le contesté que no quería", recordó ella.

“Me encuentro muy mal, estaba mareada. Teníamos música de fondo y empiezo a escucharla acelerada”, dice la joven. Entonces el acusado dejó de ser “tan simpático” y le trató con una actitud seria y fría. El hombre seguía insistiendo en que consumiera más droga, a lo que accedió en una ocasión para ver si quedaba satisfecho. La chica asegura que perdió el conocimiento y que no recuerda lo que pasó.

Al despertar se encuentra totalmente desnuda, con Palma encima de su cuerpo dándole bofetadas con el torso descubierto. Recuerda que trató de levantarse, pero cayó, sus piernas no reaccionaban. “Él me levantó, me cogió medio en brazos y me llevó hasta el baño, donde me duchó. Me enjabonó y me ayudó a salir de la bañera porque no era capaz de calcular la distancia”, dijo en su testimonio.

La vio convulsionar y no llamó a emergencias

Al regresar al cuarto el procesado le informó que había quedado inconsciente, inicialmente le dijo que estuvo desmayada por 20 minutos, pero cuando la joven le cuestionó que por qué no había llamado a una ambulancia si estuvo desvanecida tanto tiempo él cambió su versión y dijo “fueron solo cinco minutos”.

“Me quedé sorprendida porque, cuando alguien se queda inconsciente, llama a la ambulancia. No entendí la reacción. También me dijo que había convulsionado. Luego me preguntó si quería seguir y le dije que no. Me pagó 100 euros y nos marchamos", dijo la víctima, para añadir que más tarde se dio cuenta de que los 100 euros del pago los había sustraído del monedero que ella cargaba.

La segunda víctima relató que, en ese momento, supuso que estuvo en realidad mucho más tiempo inconsciente del que le había asegurado Palma. Llegó a esa conclusión cuando se percató que estuvo alejada de su móvil por unas cuatro horas.

“Eso no era normal. Solía cogerlo y tocarlo para cambiar la música o algo. Me resultó extraño estar tanto tiempo desconectada". "Creo que estuve como siete horas allí. No era consciente del tiempo que había pasado", sentenció.

La víctima “cero”

Las autoridades creen que el segundo testimonio será crucial para establecer un claro patrón entre los casos de abuso sexual. Hasta ahora los relatos de las dos primeras testigos coinciden en que ambas son trabajadoras sexuales que fueron contactadas por la red, participaron en una fiesta blanca en la que se negaron a introducir cocaína en sus partes íntimas y que ambas se desmayaron y convulsionaron tras ingerir sustancias, que se presumen estaban en la copa de vino.

La letrada Pilar Jové, que ejerce la acusación popular de los padres de Marta Calvo, ha puesto en valor el papel de la joven fallecida, al recordar que ella fue la “víctima cero” que destapó los asesinatos de Arliene Ramos y de Lady Marcela Vargas, además de los abusos que sufrió una decena de mujeres, sobrevivientes del ataque. @mundiario

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