A juicio Jorge Ignacio Palma, el descuartizador confeso de Marta Calvo

Jorge Ignacio Palma, procesado por el caso de Marta Calvo. / RR.SS.
Jorge Ignacio Palma, procesado por el caso de Marta Calvo. / RR.SS.

El procesado ha sido acusado de haber asesinado a tres mujeres y de haber abusado sexualmente de otras ocho, delitos por los que la Fiscalía pide 130 años de prisión.

A juicio Jorge Ignacio Palma, el descuartizador confeso de Marta Calvo

“Ha llegado el día” y “espero que se haga justicia” son dos oraciones que pronunció este lunes Marisol Burón, la madre de Marta Calvo, la joven de 25 años asesinada en Valencia a manos de Jorge Ignacio Palma, un hombre de ahora 40 años que está siendo procesado por este y otros crímenes contra al menos unas siete mujeres, incluyendo dos asesinatos más, por los que la Fiscalía pide 130 años de prisión.

En horas de la mañana de este lunes se dio inicio al juicio contra este hombre colombiano, un criminal confeso que se entregó en 2019 en una comisaría de la Guardia Civil, donde reconoció haber acabado con la vida de la joven, haber descuartizado su cuerpo una vez fallecida y de haber ocultado sus restos en distintos contenedores de basura dispersos por la comunidad, cuyo cuerpo aún no ha podido ser encontrado hasta la fecha.

La Audiencia de Valencia da inicio a una vista oral de unas 21 sesiones, en las que se abordaran la treintena de delitos que se le adjudican a Palma. En un proceso que durará hasta el 15 de julio, un jurado popular compuesto por nueve titulares (siete mujeres y dos hombres) y tres suplentes, acudirán a un macrojuicio dividido en 11 partes debido a su complejidad.

Ante el juzgado pasarán a comparecer las víctimas de abuso que sobrevivieron a los ataques, testigos y los peritos que han investigado el caso, en aras de relatar los horrores de los demás crímenes que presuntamente cometió el detenido con pleno conocimiento. Cada cargo será abordado cronológicamente y durante un tiempo determinado según su dificultad. El caso de Marta Calvo será discutido en seis sesiones.

La Fiscalía pide 130 años de prisión

El hombre sentado en el banquillo de los acusados, no comparecerá hasta el final, cerca del 6 de julio, después de que las otras partes expongan su caso y se relaten las demás perspectivas de cada crimen. La Fiscalía ha pedido 130 años por la totalidad de todos los delitos que se le imputaron, una treintena que va desde las lesiones hasta atentar contra la salud pública.

Pero las partes personadas en la acusación popular, entre las que se encuentran las familias y las víctimas, piden la prisión permanente revisable. Se espera que el jurado pueda iniciar a deliberar a partir del 13 de julio, conociendo el veredicto popular a mediados de este mes.

El magistrado que instruye la causa ha ordenado una fianza de 350.000 euros para cubrir las posibles responsabilidades civiles. La Fiscalía y las partes involucradas en la acusación sostienen que los hechos pueden ser asociados con tres delitos por asesinato, varios por lesiones o asesinato en grado de tentativa, abuso, agresión sexual, atentado contra la sanidad pública y contra la integridad moral-

En 2008 Palma fue encarcelado por tráfico de drogas, tras haberle encontrado nueve kilos de cocaína de alta pureza, valorada en ese país en más de 405.000 euros, delito por el que pasó un tiempo en la cárcel.

El caso de Marta Calvo

Al entregarse a la Guardia Civil en diciembre de 2019, el acusado confesó jhaber acabado con la vida de la joven valenciana. De acuerdo con el auto del caso, el hombre contactó con la víctima para mantener relaciones sexuales la madrugada del 7 de noviembre. Ambos se desplazaron en el coche del asesino desde Valencia capital hasta la vivienda de Palma, en la localidad de Manuel.

“Consumieron cocaína, manteniendo relaciones sexuales, en las que le pudo introducir piedras de cocaína en vagina y ano sin su consentimiento, conociendo las consecuencias letales de dicha práctica y que, provocaron su fallecimiento, decidiendo deshacerse del cuerpo que, todavía no ha sido localizado, pese a las gestiones de exhaustiva búsqueda en el vertedero de Dos Aguas”, concluye el documento, según reseña ABC.

Marisol Burón, madre de la víctima, se desplazó hasta el lugar de los hechos al desconocer el paradero de su hija, quien la noche anterior le había pasado su localización por seguridad. Al llegar a la vivienda conoció a Palma, le interrogó, y este le contestó que “nunca había estado con ninguna Marta y que no conocía a ninguna Marta”.

Burón contó hoy, en la Ciudad Judicial de Valencia, que Palma incluso le invitó a pasar al interior de su casa. “Bendita la hora en la que no entré”, señala la madre de la víctima. “Pido mucha fuerza a mi hija, y sé que me la está dando, para llegar al final fuerte y le pido al jurado que se ponga en mis zapatos, como madre, que me han quitado a mi hija muy injustamente”, ha dicho Burón.

Otras dos víctimas asesinadas

La investigación por la desaparición de Calvo destapó una decena de posibles casos, siete de ellos que serán instruidos en la causa actual. Entre ellos se conocieron otros dos asesinatos con el mismo modus operandi, se trata de Arliene Ramos y Lady Marcela, quienes también fallecieron producto del consumo involuntario de cocaína de alta pureza, según revelaron los peritos.

Los indicios que manejan las autoridades sugieren que Palma contrataba servicios sexuales, a los que llevaba piedras de cocaína en un alto estado de pureza, similar a la que le fue incautada hace más de una década en Italia, y las introducía en los genitales de las mujeres sin consentimiento de sus víctimas, ocasionándoles fuertes “alteraciones físicas y psíquicas” con riesgos letales, y síntomas como el aumento del ritmo cardíaco, de la presión arterial, convulsiones y la pérdida del conocimiento.

El auto señala que Palma “deliberadamente” introducía estas sustancias en las jóvenes a sabiendas de sus consecuencias. En el caso de Ramos, la cocaína tenía una pureza del 81,67 %, y que tras verla convulsionar Palma salió “precipitadamente” de su vivienda sin socorrerle. Por otra parte, en la muerte de Marcela, la pureza de la cocaína era del 90,31 % y se le encontró otra sustancia estupefaciente en su sangre; el auto señala que Palma le tapó la boca para que no gritara por ayuda. @mundiario

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