Joven, blanco y con un profundo odio a los hispanos: así es el autor de la masacre de El Paso

Este fin de semana vuelve a ser un baño de sangre para EE UU. El joven Patrick Wood Crusius, de 21 años, sembró el pánico en el centro comercial Walmart de El Paso, en Texas, donde llegó armado y sesgó la vida de 20 personas, mientras que otras 26 quedaron heridas. El ataque es parte de un supuesto manifiesto racista, que colgó en Internet por medio de un texto donde señala una “invasión hispana de Texas”, y destacaba: “Si podemos deshacernos de suficientes personas, nuestra forma de vida puede ser más sostenible”.

Las autoridades aún no confirman que el manifiesto haya sido escrito Crusius, puesto que el escrito de 2.300 palabras fue colgado sin firmar en Internet. El título podría traducirse como “La verdad inconveniente” y promueve la teoría supremacista blanca conocida “el gran reemplazo” –formulada por el autor francés Renaud Camus-. Asimismo, el texto arranca apoyando al supremacista blanco que causó la muerte de 51 personas al atacar dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda el pasado mes de marzo.

Conocido como Brown, el sospechoso se graduó en la escuela secundaria Plano Senior en 2017, en el Plano, Texas. Al terminar el colegio, se matriculó en la Universidad de Collin, donde estudió hasta esta primavera, según reportó NBC News. “Collin College está dispuesto a cooperar plenamente con las autoridades estatales y federales en la investigación de esta tragedia sin sentido. Nos unimos al gobernador y a todos los tejanos para expresar nuestro sincero dolor por las víctimas del tiroteo y sus seres queridos”, aseguró el medio estadounidense.

Los vecinos del joven en el vecindario de Allen, lo describen como “un tipo muy solitario”. Sin embargo, muchos de los entrevistados que vivían cerca de Crusius no sabían siquiera que vivía en el vecindario.

Leigh Ann Locasio, una antigua vecina, aseguró que era una persona “muy solitaria, muy distante”, que solía sentarse solo en el autobús, en el colegio o instituto. “Nunca interactuaba mucho con nadie”.

Jacob Wilson, un viejo compañero de clases, aseguró que era un joven “con determinación”, con el que pocos querían tratar debido a su “carácter irritable y explosivo”. También recuerda que muchos de sus compañeros llegaron a acosarlo: “Cada vez que levantaba la vista en clase, alguien le hablaba en mal tono. Decían que Patrick era una nulidad, un tonto”.

The New York Times, recoge que el joven vivía con sus abuelos, quienes no han declarado nada ante la prensa. Luego del ataque, las autoridades se encargaron de cerrar sus perfiles en Facebook y Linkedin. Un mensaje que algunos medios lograron tomar antes de que sus perfiles fueran borrados, decía: “Realmente no estoy motivado para hacer nada más de lo necesario para sobrevivir. Trabajar en general apesta, pero supongo que una carrera relacionada con el desarrollo de software me conviene. Paso aproximadamente ocho horas al día en el ordenador, así que eso cuenta como experiencia en tecnología, supongo”. @mundiario