Una joven de 26 años, luego de un parto casero, ahoga a su bebé en un tacho con agua

Caso 1. Una joven de 26 años ahogó a su bebé en un tacho con agua
La joven de 26 años detenida.

Análisis de cinco casos de violencia extrema en Argentina. Parece saludable que las políticas públicas no se sustenten en las creencias personales, religiosas o en la moral, sino que estén basadas en las evidencias.

Una joven de 26 años, luego de un parto casero, ahoga a su bebé en un tacho con agua

Continuando con la temática de la violencia humana presentaré algunos de los casos que ocurrieron en distintos puntos de la Argentina durante el mes de julio; en estos hechos, y como lo vengo haciendo hace más de dos años, las mujeres involucradas tuvieron un comportamiento no acorde con las etiquetas valoradas habitualmente.

Caso 1: Una joven de 26 años ahoga a su bebé en un tacho con agua

En la localidad de Ciudadela, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, una mujer paraguaya, de 26 años,  dio a luz un bebé que a posteriori ahogó en un tacho con agua. Según fue publicado, tras el parto casero, la policía fue alertada sobre lo sucedido a través de un llamado al 911 y al ingresar a la humilde vivienda hallaron a la joven con dolores y con sangre en el cuerpo.

En su defensa la mujer habría asegurado que desconocía que estaba embarazada, y que al advertir que tenía una hemorragia terminó expulsando el feto en el interior del recipiente. Posteriormente, y previas atenciones en el Hospital Ramón Carrillo,  en la Unidad Funcional N° 3 del departamento judicial de San Martín se abrió un expediente que fue caratulado como “Averiguación de ilícito”; tras las investigaciones se logró establecer que el bebé había nacido con vida lo que originó que la causa se modificara a “Homicidio”, y la joven fue detenida.

Caso 2:  Grabó a su novia torturando al bebito de ambos

En la ciudad bonaerense de Berazategui, Miltón Arévalos,  un hombre de 35 años, cansado de los reiterados hechos de violencia de su pareja hacia el hijo de ambos, de un año de edad, decidió grabarla mientras lo golpeaba; luego lo envió a Crónica.

Caso 2. Grabó a su novia torturando al bebito de ambos

El video muestra cómo la acusada grita y zamarrea al menor, para luego utilizar su celular como si nada hubiese pasado. También, las imágenes mostraban como Camila Giuliana Dubut (de 22 años) comía la comida de su bebé mientras lo agredía física y verbalmente: “Dejá de llorar porque no te aguanto”, grita la mujer y luego levanta la silla en la que el nene estaba sentado y la golpea varias veces contra el piso. 

A su vez, Arévalos la denunció ante la Justicia por violencia hacia él y hacia sus padres, suegros de la acusada, "a mi papá, un anciano de 86 años que tiene problemas para caminar, no paraba de empujarlo; nos decía que nos iba a matar a todos. A mí me ha llegado a morder. Ella fue criada con violencia y decía que así iba a criar a su hijo. Ahora está en la casa de sus padres, a quienes no les importa que ella sea golpeadora, sólo les importa que se quede con el bebé", aseguró el padre del menor.

Finalmente, Milton destacó: "nunca le voy a negar que vea a su hijo, sólo pido el respaldo de las autoridades y que mi novia asista a un tratamiento psicológico".

Caso 3: Una joven golpeó brutalmente a una menor de edad

La plaza Bartolomé Mitre, de la localidad bonaerense de Monte Grande, fue el escenario de la brutal golpiza que le propinó Nadin Farias a una jovencita menor de edad.

Caso 3. Una joven golpeó brutalmente a una menor de edad

La agresión quedó registrada por un celular, y la golpeadora se justificó en las redes sociales diciendo que "no la conocía", que le pegó "de onda"  y que solo "quería sacarse la bronca", pero "me rescato que estuve mal; yo ni sabía que era una wuachina, pero tampoco antes de pegarle le voy a preguntar la edad. Le pegué y fue, la flashe y me salió mal”, escribió en su perfil de Facebook

Por el hecho violento, e injustificado, fue escrachada en las redes y recibió mensajes amenazantes, por lo que decidió cerrar su cuenta en Facebook. Fuente: Minuto Uno

Caso 4: Mató a su ex marido clavándole una botella de cerveza en el pecho

En Bernal, ciudad bonaerense del partido de Quilmes, un carrero chileno identificado como Leonardo Esteban Acevedo Quesada, de 42 años, fue asesinado por su ex-mujer tras una violenta discusión. 


Caso 4. Mató a su ex marido clavándole una botella de cerveza en el pecho
En un principio, Andrea Edith aseguró que su ex marido se había suicidado porque ella no deseaba reanudar el vínculo, pero tras las diferentes pericias de los expertos, sumado a los testimonios recogidos, se estableció que el sujeto había sido agredido por la mujer de 45 años,  quien le aplicó heridas con una botella rota de cerveza, estimándose que habría actuado bajo los efectos del alcohol.

Algunas versiones indicaron que Acevedo Quesada fue socorrido por uno de sus hermanos y por un vecino, quienes lo trasladaron de urgencia en un vehículo hasta el Hospital Isidoro Iriarte, en Quilmes,  donde finalmente falleció. Fuente: Crónica.

Caso 5: En una trama lésbica asesinaron a un agente del servicio penitenciario correntino

En Corrientes, el cabo del Servicio Penitenciario Provincial, Gabriel Tichellio, de 32 años,  fue asesinado a golpes en la cabeza. El objeto que se utilizó para ultimarlo sería un martillo de gran peso, de los que se usan para cincelar concreto.

Según un informe del medio periodístico Norte de Corrientes, los investigadores observaron el raro comportamiento de Lorena Encina, esposa de Gabriel, quien después de descubierto el asesinato de su marido no asistió al velatorio y posterior sepultura.

Esta actitud hizo que derivaran las pesquisas hacia la mujer, y a sus redes sociales, donde detectaron que tenía más de una cuenta en Facebook; de este medio pudieron rescatar fotos de Encina con Miriam Beatriz Jara,  abrazadas y besándose.

Lorena Encina (esposa de la víctima) y Miriam Beatriz Jara (amante de ésta)

Caso 5. En una trama lésbica asesinaron a un agente del servicio penitenciario correntino

Con estos elementos fueron en la búsqueda de la viuda quien admitió que mantenía una relación amorosa con Jara y habría relatado cómo se consumó el homicidio. El jueves 26 de julio, en horas de la siesta, Tichellio regresó a su domicilio, almorzó, se bañó y luego se acostó. Mientras dormía Jara habría ingresado a la habitación y le destruyó a golpes el cráneo.

Luego, la víctima fatal fue hallado muerto en una camioneta Renault Kangoo que pertenecía a su padre y en una zona muy poco iluminada. Encina y Tichellio estaban casados y tenían tres hijos, de 5, 7 y 9 años.

La violencia humana es el punto a discutir 

En el artículo anterior subrayaba que la violencia hacia la mujer existe, pero la realidad nos muestra que la violencia humana es el punto a discutir. También, expresaba que el hombre maltratado, y silenciado, forma parte de una realidad que es escondida y hasta suprimida, y que pocos medios se atreven a publicar. A esto hay que sumarle los casos de filicidio –algunas estadísticas indican que suman el 15% de los crímenes–, en donde los hijos no deseados son una de las aristas del problema; por ello, con el intenso debate sobre el aborto que se está llevando adelante en Argentina se debería considerar a esta problemática, que no es aleatoria sino que es parte de la violencia humana.

Por estos motivos considero que hasta ahora hemos vivido en el mundo de la estigmatización, o de las etiquetas, en donde se identifica a la mujer con el amor, la paz, lo ideal o la ternura y al hombre con lo básico, el ser proveedor y vinculado con la agresividad, lo que es una total falta de evolución. También, estimo que es muy importante legislar, actuar y resolver con la evidencia, jamás basados en las creencias personales, religiosas o en los prejuicios.

En la actualidad, y gracias a la ciencia, sabemos que los seres humanos actuamos basados en creencias; desde la niñez nos vamos formando a partir de nuestras experiencias, las que luego usamos para ver el mundo. Todo esto nos forma un concepto, una opinión, que habitualmente no cambiamos. En definitiva, y en todo orden, es sustancial y hasta saludable que las políticas públicas no se sustenten en las creencias personales, religiosas o en la moral, sino que estén basadas en las evidencias. @mundiario

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